Levantado el secreto del sumario por el asesinato de un padre y su hijo el pasado 22 de febrero

Dejaron la casa del crimen de Xermade y se fueron al burdel

'El Pibe', el 22 de mayo en Vilalba, a las puertas del juzgado.  (Foto: ARCHIVO)
Los dos detenidos por su supuesta implicación en el doble crimen de Xermade (Lugo), en el que fueron asesinados en la madrugada del 22 de febrero Víctor Hermida Purriños, de 74 años, y su hijo, Eulogio Rodríguez, de 51, se fueron a un burdel después de abandonar la casa en la que fue perpetrada la matanza.
Así lo reconoció uno de los detenidos, Brais Lozano Osa, en una de las declaraciones que figuran en el sumario, cuyo secreto fue levantado esta semana por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vilalba, que se hizo cargo de la causa, según informaron fuentes jurídicas, que precisaron que el sumario consta de unos mil folios, con información sobre los registros domiciliarios realizados por la Guardia Civil y transcripciones de los pinchazos telefónicos a los dos sospechosos, cuyos pasos fueron seguidos durante meses por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO).

Brais Lozano explicó que fue con Juan José Calaza, el otro detenido por el doble crimen, a la casa de Xermade, porque previamente había ido a buscarlo a su domicilio y le dijo que sabía de un 'sitio donde había bastante droga' y sin 'riesgo'. Según su versión, vio a 'El Pibe' golpeando a una mujer, pero él insistió para que la dejara y, cuando Juan José Calaza desapareció de la habitación en la que se encontraban, le aconsejó a la señora que se hiciera la 'muerta' y que no hablase. Posteriormente, ambos fueron a casa del otro detenido, se cambiaron de ropa y se dirigieron a un club de alterne en Lugo para 'tranquilizarse'.

Por su parte, Juan José Calaza, conocido como 'El Pibe', reconoció ante los agentes de la UCO, sólo unos días después del doble crimen, que había estado en casa de los dos asesinados porque era consumidor 'esporádico' de cocaína y había ido a comprar droga en alguna ocasión.

En la causa también figura la declaración inicial de la esposa y madre de las dos víctimas, Domitila Rodríguez Souto, de 77 años, que resultó herida de gravedad y pudo salvar la vida porque los asaltantes la dieron por muerta.

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