El detenido fue expareja de la joven apuñalada

La Policía Nacional detuvo en la mañana de ayer a un compañero de trabajo de la joven de 25 años muerta a puñaladas en la madrugada del sábado en el portal de su vivienda, en el número 40 de la avenida de Madrid. Las investigaciones permitieron saber que Ana María Enjamio mantuvo una relación sentimental esporádica con este hombre, de unos 40 años y que al parecer intento suicidarse cuando se sintió acorralado por los agentes de la Udev encargados del caso. La detención se produjo sobre las 11.30 horas en el hospital Álvaro Cunqueiro, donde permanecía ingresado tras  realizarse varios cortes en las muñecas y el cuello. El sospechoso permaneció nueve horas  custodiado en dependencias hospitalarias, donde fue evaluado por un psiquiatra, siendo trasladado a la Comisaría sobre las ocho de la tarde para tomarle declaración.  

El detenido fue trasladado a las ocho de la tarde de ayer desde el hospital a la Comisaría para interrogarlo sobre la muerte de la joven.

El detenido fue a la cena de empresa a la que acudió la víctima en la noche del pasado viernes, de la que se marchó Ana María Enjamio Carrillo con dos compañeras. Una de ellas la llevó en su coche hasta su vivienda, situada en la avenida de Madrid. Una vez en el interior del portal es donde supuestamente tuvo lugar la agresión. El detenido se habría dirigido a la casa una vez que ella se había negado a acompañarle, donde espero que llegase. Una vez dentro del portal, ya en el rellano junto al ascensor, algo apartado de la puerta de acceso de la calle, la joven fue brutalmente atacada con un arma blanca, que le clavó entre ocho y diez veces en la zona izquierda del tórax hasta producirle la muerte.

Su cuerpo sin vida fue descubierto por un vecino de su mismo edificio, un inmueble ubicado en la Avenida de Madrid, y fue la persona que avisó a la Policía, a la que contó que se la encontró en el rellano, con parte del cuerpo en el ascensor como si hubiera sido sorprendida cuando se disponía a subir a su piso. 

A la víctima sólo le faltaba de las pertenencias que llevaba consigo el teléfono móvil, una pieza importante en la investigación que permitiría conocer si el sospechoso le envió algún mensaje o llamó en el transcurso de aquella fatídica madrugada.