El Grupo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pontevedra detuvo en Catoira (Pontevedra) a C.L.G., de 42 años, como presunto autor de cuatro atracos cometidos en distintas sucursales bancarias de la provincia de Pontevedra y A Coruña. Según informó el instituto armado, los atracos fueron perpetrados por este individuo, quien entraba en las entidades bancarias en el momento de su apertura al público, camuflado con una peluca y con un arma de fuego bajo la cazadora.
Una vez dentro del establecimiento, el atracador se dirigía al empleado de la sucursal y, tras intimidarlo con el arma que portaba, exigía que le entregara el dinero que hubiera en ese momento en caja, después de lo que huía de la entidad bancaria a pie, utilizando siempre este mismo 'modus operandi'. La 'operación Cairel', según las mismas fuentes, fue iniciada por la Guardia Civil en febrero de 2010 cuando se produjo el atraco a una entidad bancaria del Banco Gallego en la localidad de Caleiro, en el municipio de Vilanova de Arousa (Pontevedra), de la cual el atracador se llevó unos 4.890 euros.
Posteriormente se produjeron los asaltos a las entidades bancarias de Novacaixagalicia de A Pobra do Caramiñal (A Coruña); a la oficina de Banesto en Pontecesures y a otra de la caja gallega en Valga (Pontevedra), de donde se llevó en total de un botín de unos 14.000 euros.
Entre las primeras diligencias que se llevaron a cabo se tomó manifestación a los testigos con el fin de obtener una objetiva descripción física del autor de los atracos; se solicitó también a las distintas entidades bancarias las imágenes que pudieran haber sido captadas por las cámaras de seguridad, lo que llevó en la investigación de este hecho a la persona del detenido, momento desde el cual fue sometido a vigilancias e investigaciones para poder resolver los atracos.
Los agentes se desplazaron a distintos lugares, realizaron diversas inspecciones oculares, y recogieron vestigios que sirvieron para esclarecer los delitos.
Posteriormente se produjeron los asaltos a las entidades bancarias de Novacaixagalicia de A Pobra do Caramiñal (A Coruña); a la oficina de Banesto en Pontecesures y a otra de la caja gallega en Valga (Pontevedra), de donde se llevó en total de un botín de unos 14.000 euros.
Entre las primeras diligencias que se llevaron a cabo se tomó manifestación a los testigos con el fin de obtener una objetiva descripción física del autor de los atracos; se solicitó también a las distintas entidades bancarias las imágenes que pudieran haber sido captadas por las cámaras de seguridad, lo que llevó en la investigación de este hecho a la persona del detenido, momento desde el cual fue sometido a vigilancias e investigaciones para poder resolver los atracos.
Los agentes se desplazaron a distintos lugares, realizaron diversas inspecciones oculares, y recogieron vestigios que sirvieron para esclarecer los delitos.
