La Policía intenta que el sospechoso desvele dónde se encuentra el valioso manuscrito

Detenido un electricista por el robo del Códice Calixtino

Imágen de archivo del Códice Calixtino
Un electricista ha sido detenido como presunto responsable de la desaparición del Códice Calixtino que durante 800 años custodió la Catedral de Santiago, han informado fuentes próximas a la investigación.
El arrestado, exempleado del templo compostelano despedido cuando el poder eclesiástico se vio forzado a regularizar la situación laboral de sus trabajadores, es considerado desde hace meses autor material del robo de esta guía de peregrinos de incalculable valor.

También han comentado estas fuentes a Efe que el detenido 'no se muestra muy dispuesto a colaborar' y que todavía no ha sido recuperada esta joya histórica, artística y religiosa del siglo XII, a la que este electricista incluso habría llegado a poner precio, aproximadamente 40.000 euros, cantidad que, según él, el templo gallego le adeudaba por sus trabajos.

Las pesquisas se centraron desde el principio en el estrecho círculo de aquellos que tenían acceso a esta pieza. El director del Museo de la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo, siempre defendió como 'posibilidad más factible' que el Códice haya desaparecido por la acción de alguna persona del entorno próximo a la propia basílica.

Esta misma mañana, este historiador decía a Efe que 'parece ser que es la versión que ahora toma más cuerpo', justo cuando el próximo jueves día 5 se cumple un año de la desaparición de este manuscrito.

Una docena de agentes se han dedicado en exclusiva a este caso, que acumula larguísimos interrogatorios (a más de setenta personas), cientos de horas de grabaciones y registros. La Brigada Central de Patrimonio ha desarrollado su trabajo dentro del más absoluto hermetismo, merced al secreto de sumario.

El deán de la Catedral, José María Díaz, declaró ayer a Efe, antes de conocerse la detención, que 'por órdenes superiores' no podía pronunciarse sobre este asunto, y que tampoco era 'lo más conveniente' para su salud.

Díaz era el responsable del Archivo Catedralicio en el momento de la desaparición del Códice. Las escasas medidas de seguridad del habitáculo donde se guardaba esta pieza y la polémica generada con las llaves -varios medios publicaron que estaban puestas en la cerradura- provocaron su dimisión.

La Fiscalía de Galicia llegó a recomendar a la Iglesia la elaboración de un inventario de todo su patrimonio y la custodia en cajas fuertes de las reliquias de mayor interés.

El Códice estaba en una sala acorazada, pero dentro de un recinto con pobres medidas de protección.

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