La Policía Nacional detuvo ayer por la tarde en A Coruña a un hombre que minutos antes había arrojado un líquido corrosivo sobre tres menores que se encontraban en una parada de autobús de la calle Juan Flórez y que sufrieron heridas de diversa consideración.
Según informaron fuentes policiales, los menores presentan varias quemaduras de primer y segundo grado en la cara y el cuello, y uno de ellos permanecía a última hora ingresado en el Hospital Teresa Herrera con quemaduras de carácter químico que le habrían afectado a los ojos y pronóstico reservado. Los otros menores, dos niñas, fueron dadas de alta en el Complejo Hospitalario Universitario, donde también se atendió a una mujer, al parecer madre de uno de los menores, que intentó protegerles del ataque y presentaba quemaduras leves en las vías respiratorias, y cuyo pronóstico es menos grave pese a que quedaba ingresada en el centro hospitalario como medida de precaución.
El suceso se produjo sobre las 14,15 horas en una parada de autobús de la calle Juan Flórez. Un hombre que pasaba por el lugar y que podría tener sus facultades mentales 'perturbadas', arrojó a los menores una sustancia que transportaba en una botella y podría ser ácido, según fuentes policiales. El hombre, al que los menores aseguraron no conocer, derramó el líquido y posteriormente se dio a la fuga a pie, aunque pudo ser detenido minutos después en las inmediaciones del lugar de los hechos.
La Policía abrió una investigación sobre lo ocurrido, no descartando que el hombre detenido pueda sufrir algún tipo de trastorno mental, ya que no existe constancia de que el agresor tuviera ningún vínculo con los menores.
El suceso se produjo sobre las 14,15 horas en una parada de autobús de la calle Juan Flórez. Un hombre que pasaba por el lugar y que podría tener sus facultades mentales 'perturbadas', arrojó a los menores una sustancia que transportaba en una botella y podría ser ácido, según fuentes policiales. El hombre, al que los menores aseguraron no conocer, derramó el líquido y posteriormente se dio a la fuga a pie, aunque pudo ser detenido minutos después en las inmediaciones del lugar de los hechos.
La Policía abrió una investigación sobre lo ocurrido, no descartando que el hombre detenido pueda sufrir algún tipo de trastorno mental, ya que no existe constancia de que el agresor tuviera ningún vínculo con los menores.
