La Policía Nacional detuvo a un barcelonés de 23 años de edad vecino de A Coruña por agredir a un grupo de personas que paseaba por una calle y resistirse de manera violenta a ser identificado y detenido.
Según informaron fuentes policiales, en la noche del martes al miércoles fue arrestado D.P.A., barcelonés de 23 años que, después de agredir a un grupo de personas.
La Sala del 091 fue requerido por la llamada de una mujer que denunciaba las molestias que un hombre les estaba causando a ella, a su marido y a un grupo de personas que les acompañaba, ofreciendo a una de ellas droga y servicios sexuales, por lo que intentaron que les dejara en paz.
El marido de la mujer, que llamó a la Policía, le recriminó su conducta recibiendo una patada en la pierna, lo que le provocó que cayera al suelo, golpeándose en el ojo derecho y en el tabique nasal.
Cuando la patrulla policial apareció en el lugar, llamaron al 061 para que asistiera al hombre herido. Los presentes señalaron a la persona que les estaba molestando, que aún estaba allí, y los agentes intentaron identificar al hombre, negándose a darles la documentación, lanzando la cartera violentamente contra los policías, a la vez que increpaba y amenazaba a las personas que habían alertado a la Policía.
ROBO CON VIOLENCIA
Los policías intentaron tranquilizarlo, momento en que se abalanzó contra ellos y pretendió agredir de nuevo a la víctima que estaba siendo atendida en el suelo, por lo que fue interceptado por los agentes, que consiguieron que dejara de lanzar patadas y puñetazos al ser reducido y detenido, aunque su actitud seguía siendo agresiva y violenta hacia los agentes actuantes, profiriendo amenazas.
Durante el traslado a la comisaría, según dijo la Policía, no dejó de lanzar patadas en el interior del coche policial. El joven había sido detenido anteriormente por la Guardia Civil por robo con violencia e intimidación.
En un principio, D.P.A. fue arrestado por atentado a los agentes de la autoridad y resistencia. Posteriormente el herido presentó la denuncia correspondiente por los hechos acaecidos, por lo que también se le imputa un delito de lesiones.
La Sala del 091 fue requerido por la llamada de una mujer que denunciaba las molestias que un hombre les estaba causando a ella, a su marido y a un grupo de personas que les acompañaba, ofreciendo a una de ellas droga y servicios sexuales, por lo que intentaron que les dejara en paz.
El marido de la mujer, que llamó a la Policía, le recriminó su conducta recibiendo una patada en la pierna, lo que le provocó que cayera al suelo, golpeándose en el ojo derecho y en el tabique nasal.
Cuando la patrulla policial apareció en el lugar, llamaron al 061 para que asistiera al hombre herido. Los presentes señalaron a la persona que les estaba molestando, que aún estaba allí, y los agentes intentaron identificar al hombre, negándose a darles la documentación, lanzando la cartera violentamente contra los policías, a la vez que increpaba y amenazaba a las personas que habían alertado a la Policía.
ROBO CON VIOLENCIA
Los policías intentaron tranquilizarlo, momento en que se abalanzó contra ellos y pretendió agredir de nuevo a la víctima que estaba siendo atendida en el suelo, por lo que fue interceptado por los agentes, que consiguieron que dejara de lanzar patadas y puñetazos al ser reducido y detenido, aunque su actitud seguía siendo agresiva y violenta hacia los agentes actuantes, profiriendo amenazas.
Durante el traslado a la comisaría, según dijo la Policía, no dejó de lanzar patadas en el interior del coche policial. El joven había sido detenido anteriormente por la Guardia Civil por robo con violencia e intimidación.
En un principio, D.P.A. fue arrestado por atentado a los agentes de la autoridad y resistencia. Posteriormente el herido presentó la denuncia correspondiente por los hechos acaecidos, por lo que también se le imputa un delito de lesiones.