El condenado propinó varias heridas en el cuello a la mujer y luego se entregó a la Policía Local

Diez años por cortar con un cúter a una prostituta viguesa

El condenado, durante el juicio.
La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra condenó a diez años de prisión a J.C.M.A., varón de 53 años, por un delito de asesinato en grado de tentativa al producir varios cortes con un cúter en la garganta de una prostituta en Vigo en octubre de 2012. El tribunal también le impone la prohibición de acercarse a la víctima, J.B.R., durante el mismo periodo de tiempo, y a indemnizarla con 8.900 euros por los quince días que estuvo de baja y por las secuelas -daño estético moderado- que en forma de cicatrices le dejaron los cortes recibidos en cuello y hombro.
El día de autos, el 25 de octubre de 2012, J.C.M.A. entró en un club de alterne de la calle Cruz Verde, en el casco viejo vigués, hacia las 17,30 horas, y tras finalizar un servicio sexual abordó por la espalda a J.B.R. y le propinó varios cortes en zonas cercanas a estructuras anatómicas vitales, vasculares y respiratorias. A los pocos minutos, se presentó en la jefatura de la Policía Local de Vigo y confesó: 'vengo a entregarme, acabo de cortarle el cuello a una mujer'.

En la argumentación de su sentencia, el tribunal considera 'una prueba de cargo sólida' la declaración de la víctima, que califica de 'persistente, lineal y sostenida' a lo largo del proceso judicial, sin incurrir en contradicciones ni ambigüedades en 'lo sustancial' de la misma. También se basa en la declaración del acusado durante la instrucción, cuando reconoció que era 'culpable' y que llevaba el cúter en un bolso cuando entró en el prostíbulo, pese a que en el juicio dijo que J.B.R. resultó herida al forcejear con ella tras sorprenderla hurgando en sus pertenencias.

Varios forenses que lo interrogaron certificaron que el acusado no tenía afectadas sus facultades ni estaba drogado ni bebido cuando reconoció la autoría de los hechos, motivo por el que se le aplica la atenuante de confesión. En cuanto a que el ataque fue 'sorpresivo' y por la espalda, se remite a la declaración de la víctima y de un perito forense, que corroboró que la mujer 'no tenía signos de defensa'.

Respecto a la gravedad de las heridas, se apoya en el criterio de los forenses en cuanto a que la papada de la víctima evitó que se vieran afectadas 'estructuras importantes', que de alcanzarlas de pleno le habrían causado, 'casi con certeza', la muerte. Estos peritos destacaron que un cúter es 'un instrumento muy peligroso', con independencia del grosor de su hoja.

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