Tenía que haber entrado en A Lama para cumplir la primera condena firme de dos años
El dueño de Las 5 Jotas, José Manuel Costas, ha desaparecido justo cuando tenía que entrar en prisión para cumplir la primera condena en firme de dos años por la que ha sido considerada la mayor trama de fraude fiscal de Galicia mediante facturas falsas. El plazo para hacer efectiva la ejecución de la misma, es decir su entrada en la cárcel, se acabó y nadie sabe dónde se encuentra José Manuel Costas, según confirmaron distintas fuentes del ámbito legal.
En cambio, su hermano Jacobo, condenado por los mismos hechos, tras haberse celebrado más de medio centenar de juicios, sí aceptó su destino y ya se encuentra en el centro de A Lama.
La defensa había solicitado mediante escrito un aplazamiento del ingreso en prisión hasta que finalicen todos los juicios pendientes y confiaba en que la Fiscalía no se opusiera a la petición. Pero no ha sido así y José Manuel Costa, el rostro más conocido de este asunto que ha consumido cientos de páginas, no tenía otra alternativa más que cumplir la primera pena.
Hay que recordar que la instrucción de la causa se cerró hace un año tras derivar en 90 juicios por un fraude que se ha elevado a 50 millones de euros.
Las vistas de la causa principal todavía no han finalizado, queda al menos un año más de juicios, y falta por que dé comienzo a la pieza referente al papel de las entidades bancarias, lo que alargará de nuevo el proceso.
La causa de fraude fiscal comenzó con una denuncia hace siete años. En total, generó más de 200 investigaciones (antiguamente imputaciones). El hecho de que las facturas falsas se remonten a ejercicios de 2008 impide poder investigar a más implicados puestos que el delito ya estaría prescrito. En el camino se calcula que se archivaron unas sesenta imputaciones.
La mayoría de las vistas celebradas tuvieron sentencias condenatorias por acuerdos de conformidad, si bien, la máxima pena ha ido a parar a José Manuel Costas y su hermano Jacobo, que llegó a pedir el indulto, hasta el momento sin conceder.
