La conselleira de Hacienda, Elena Muñoz, ha considerado hoy necesaria 'una nueva forma de actuar, en la que todos asuman los errores del pasado y sean capaces de aceptar los esfuerzos necesarios para salir de la crisis'.
Muñoz ha inaugurado en Compostela la III Conferencia sobre Federalismo y Descentralización en España, organizada por el grupo de investigadores Rede y la Universidad de Vigo, que analizará la consolidación fiscal en el país y el papel de las Comunidades autónomas y municipios.
Para explicar la situación, la responsable gallega de Hacienda ha señalado que 'hemos pasado de tener en 2007 un superávit cercano al 2 por ciento y una deuda pública del 36 por ciento a, dos años después, en el 2009, un déficit del 11,1 por ciento'.
'En el 2011 -ha continuado-, dos años más de crisis, apenas hemos conseguido corregir ese déficit, situándolo hoy por encima del 9 por ciento y con un incremento de la deuda pública de más de 400.000 millones de euros'.
Elena Muñoz ha recordado la importante caída de la recaudación tributaria, como consecuencia de la desaparición de los ingresos extraordinarios vinculados a los sectores de la construcción.
Así, ha señalado que la presión fiscal en España en los años 2007 y 2009 se ha reducido en 6 puntos, pasando de un 41 a un 35 por ciento, mientras que en la zona euro se ha mantenido, incluso en países como Irlanda y Reino Unido, que también sufrieron burbujas inmobiliarias sin un descenso tan pronunciado.
La conselleira ha defendido ingresos públicos más estables, 'como ya ocurre en el resto de países en la UE', y ha señalado que en los gastos se ha registrado un incremento muy importante de su peso. En 2007, el gasto público en relación al PIB ascendía al 39 por ciento y en los dos años siguientes se incrementó en 7 puntos, hasta el 46 por ciento.
Ha resaltado que se trata de un gasto público 'rígido', de forma que, en el momento en que bajan los ingresos, es muy complicado proceder a su reducción en la misma proporción.
Para Muñoz, la estrategia fiscal que se utilizó en época de bonanza y la tardanza en adoptar una estrategia de salida y consolidación fiscal han llevado a un riesgo muy elevado para la estabilidad financiera de las administraciones públicas españolas.
En su opinión, tras el cambio experimentado en el ámbito global, 'estamos viviendo con un modelo que desapareció hace cuatro años y que siembra la máxima incertidumbre sobre su capacidad para financiar un gasto público que en este momento está de espaldas a la realidad económica'.
Tras recordar los 'compromisos ineludibles' que impone el marco en que se desarrolla la economía española, Muñoz ha afirmado que, en la medida en que se cumplan, se ganará en credibilidad y mejorará el funcionamiento de los mercados de deuda soberana, lo que permitirá incrementar la financiación del sector privado y reducir los costes de financiación de la deuda publica.
También ha considerado 'esencial' el papel de las Comunidades autónomas en la estrategia global del Gobierno de consolidación fiscal, no solo por gestionar un volumen importante del gasto publico, sino porque, 'sin una actuación coordinada de todas las administraciones, será difícil mantener la confianza en la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas publicas'.
Para ello, ha subrayado que 'es preciso retomar esa cultura de colaboración, recuperar la lealtad institucional como principio básico de actuación'.
Elena Muñoz ha reconocido ineficiencias en el gasto público, pero ha asegurado que no solo pueden ser atribuibles a las Comunidades y 'no deben ser aprovechadas para cuestionar la autonomía'.
En este sentido, ha puesto como ejemplo a Galicia, que 'se muestra con la solvencia necesaria para poder seguir tomando sus decisiones de gasto sin estar condicionada por controles superiores'.
Galicia, a lo largo de esta legislatura, puede estar orgullosa de ser la Comunidad que cumplió con los objetivos de estabilidad de los años 2009 y 2010 y que ha tenido menor déficit en 2011, ha dicho.
'En estos últimos tres años -insistió- Galicia ha sido la segunda Comunidad autónoma con un menor déficit acumulado, un 4,7 por ciento, frente al 8,2 por ciento de media del conjunto de las Comunidades autónomas'.
Para explicar la situación, la responsable gallega de Hacienda ha señalado que 'hemos pasado de tener en 2007 un superávit cercano al 2 por ciento y una deuda pública del 36 por ciento a, dos años después, en el 2009, un déficit del 11,1 por ciento'.
'En el 2011 -ha continuado-, dos años más de crisis, apenas hemos conseguido corregir ese déficit, situándolo hoy por encima del 9 por ciento y con un incremento de la deuda pública de más de 400.000 millones de euros'.
Elena Muñoz ha recordado la importante caída de la recaudación tributaria, como consecuencia de la desaparición de los ingresos extraordinarios vinculados a los sectores de la construcción.
Así, ha señalado que la presión fiscal en España en los años 2007 y 2009 se ha reducido en 6 puntos, pasando de un 41 a un 35 por ciento, mientras que en la zona euro se ha mantenido, incluso en países como Irlanda y Reino Unido, que también sufrieron burbujas inmobiliarias sin un descenso tan pronunciado.
La conselleira ha defendido ingresos públicos más estables, 'como ya ocurre en el resto de países en la UE', y ha señalado que en los gastos se ha registrado un incremento muy importante de su peso. En 2007, el gasto público en relación al PIB ascendía al 39 por ciento y en los dos años siguientes se incrementó en 7 puntos, hasta el 46 por ciento.
Ha resaltado que se trata de un gasto público 'rígido', de forma que, en el momento en que bajan los ingresos, es muy complicado proceder a su reducción en la misma proporción.
Para Muñoz, la estrategia fiscal que se utilizó en época de bonanza y la tardanza en adoptar una estrategia de salida y consolidación fiscal han llevado a un riesgo muy elevado para la estabilidad financiera de las administraciones públicas españolas.
En su opinión, tras el cambio experimentado en el ámbito global, 'estamos viviendo con un modelo que desapareció hace cuatro años y que siembra la máxima incertidumbre sobre su capacidad para financiar un gasto público que en este momento está de espaldas a la realidad económica'.
Tras recordar los 'compromisos ineludibles' que impone el marco en que se desarrolla la economía española, Muñoz ha afirmado que, en la medida en que se cumplan, se ganará en credibilidad y mejorará el funcionamiento de los mercados de deuda soberana, lo que permitirá incrementar la financiación del sector privado y reducir los costes de financiación de la deuda publica.
También ha considerado 'esencial' el papel de las Comunidades autónomas en la estrategia global del Gobierno de consolidación fiscal, no solo por gestionar un volumen importante del gasto publico, sino porque, 'sin una actuación coordinada de todas las administraciones, será difícil mantener la confianza en la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas publicas'.
Para ello, ha subrayado que 'es preciso retomar esa cultura de colaboración, recuperar la lealtad institucional como principio básico de actuación'.
Elena Muñoz ha reconocido ineficiencias en el gasto público, pero ha asegurado que no solo pueden ser atribuibles a las Comunidades y 'no deben ser aprovechadas para cuestionar la autonomía'.
En este sentido, ha puesto como ejemplo a Galicia, que 'se muestra con la solvencia necesaria para poder seguir tomando sus decisiones de gasto sin estar condicionada por controles superiores'.
Galicia, a lo largo de esta legislatura, puede estar orgullosa de ser la Comunidad que cumplió con los objetivos de estabilidad de los años 2009 y 2010 y que ha tenido menor déficit en 2011, ha dicho.
'En estos últimos tres años -insistió- Galicia ha sido la segunda Comunidad autónoma con un menor déficit acumulado, un 4,7 por ciento, frente al 8,2 por ciento de media del conjunto de las Comunidades autónomas'.
