El rector señala que la Universidad “dará músculo” al sector aeroespacial en Galicia e impulsará su crecimiento
El rector vigués reconoce que consume la mayor parte de su tiempo en el trabajo interno, más que en hacer de embajador de la institución académica. “Generosidad” es una de las palabras que más repite en su discurso y se refiere a la actuación de la Universidad de Vigo para promover el desarrollo económico de su entorno sin esperar nada a cambio y sin que se conozca demasiado su papel. Además de formar a miles de alumnos cada año en sus tres campus, la Universidad es un hervidero de iniciativas en las áreas de conocimiento en las que está especializada y lleva años labrando un “valle de la innovación”, un ecosistema que atrae a investigadores y empresas. Salustiano Mato está en su segundo mandato, todavía le quedan tres años por delante y quiere dejar una buena herencia para su sucesor, por eso carga su agenda. Explica que él mismo estaba entre los que hace años impulsaron la norma de que los rectores no deberían estar más de ocho años en el cargo.
El Campus do Mar consiguió del Ministerio de Educación su sello de excelencia internacional definitivo a pesar de que no se pudo crear una sede física en la ETEA. Zona Franca les dijo hace poco que tenía interés en participar y en crear en esos terrenos una incubadora de empresas de tecnología marina.¿Este será por fin el año de la ETEA?
Debería serlo, si no lo es sería un fracaso porque tenemos todos los elementos para que sea así.
¿Qué falta para desbloquearlo?
Tenemos dos acuerdos que firmar, uno entre la Zona Franca y la Xunta, y otro entre la Zona Franca y nosotros. Estamos dentro del calendario previsto. Se desencadenó con una carta que envié a la delegada y que era fruto de un trabajo de viabilidad técnica, administrativa y económica hecho durante al año anterior. Estudiamos una tercera vía.
Están a punto de inaugurar el Centro de Innovación Aeroespacial de Galicia en el parque empresarial de Porto do Molle, que crearon con la Zona Franca y con empresas privadas como Airbus o Delta Vigo.¿Este centro es el revulsivo que necesitaba el sector en Galicia?
Fuimos muy proactivos. Está en nuestro leitmotiv no conformarnos con abrir la puerta a las empresas, sino que llamamos a la puerta, no para buscar un beneficio propio y más cuando cedemos el conocimiento a una personalidad jurídica que no es nuestra pero que es la forma en que las empresas van a poder gobernar. Quien sabe es la empresa y en este ecosistema hay papeles distintos. En Galicia hay un embrión muy concentrado en el sur y vimos la oportunidad de ayudar a este sector a crecer y ser competitivo. La Universidad podía hacer dos cosas clave para darle músculo: el título de Ingeniería Aeroespacial en Ourense y este Centro de Innovación en el área de Vigo a través de la alianza estratégica que tenemos con Zona Franca. Solo el hecho de crearlo hace que empiece a haber empresas interesadas en saber qué hay y aún no hemos empezado.
Hace unos días hicieron balance de Biocaps, el proyecto del Instituto de Investigación Biomédica de Vigo en el que colaboraron la Universidad y los complejos hospitalarios de Vigo, Ourense y Pontevedra y que en tres años logró 70 proyectos, 12 patentes, 18 millones de euros captados. ¿Qué supuso este proyecto?
El proyecto ha puesto en valor el potencial de la investigación biomédica del sur de Galicia y cuando Europa nos lo concede está diciendo que hay materia gris y capacidades en el sur de Galicia en torno a la biomedicina. Es la suma de capacidades de los investigadores de la Universidad y de la que hacen los clínicos de los tres hospitales universitarios del sur de Galicia. Nos dieron dinero para fortalecer esas capacidades y nos permitió desarrollar investigaciones de alto impacto para la ciencia en este campo e iniciar la consolidación del Instituto de Investigaciones Biomédicas, que ahora está en condiciones de conseguir la acreditación del Instituto de Salud Carlos III.
La Universidad de Vigo presentó un programa propio de retención y captación de talento. ¿Cuál es el objetivo?
Es muy importante lo que está haciendo esta Universidad por las personas. El daño más importante que nos han hecho en estos años y más a una universidad joven fue impedirnos crecer por imperativo legal. No nos dejamos vencer y cuando nos quitaron nuestro sistema de promoción y consolidación de investigadores empezamos a imaginar de que forma podíamos seguir. Cada año nos ponían más problemas hasta que propusimos a la Xunta un programa de retención de talento y luego de captación porque Galicia estaba perdiendo mucho talento. Somos la única universidad con un programa propio. Los investigadores ya no buscan solo integrarse en un grupo puntero, les atraen nuestros nichos de especialización y vienen a desarrollar ahí un proyecto ambicioso en el que puedan tener liderazgo.
¿Hasta cuantos pueden asumir?
Tenemos un tope económico inicial, ahora mismo estamos pensando en dos o tres, pero si tenemos mucho éxito podemos ampliarlo.
¿Les hará subir en los ránkings?
Será más fácil progresar en los ránkings, aunque no estamos mal. Salimos de alguno por pelos, porque influye el tamaño y por causas sobrevenidas (se refiere a las medidas de recorte del anterior ministro).n
