El expresidente del grupo, en los "papeles de Panamá" por una empresa en Islas Vírgenes
El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, también aparece en los denominados "Papeles de Panamá", aunque no ha sido una sorpresa la noticia que dio a conocer ayer "El Confidencial" porque la auditora KPMG certificó con un informe forensic que la empresa operaba con un elenco de sociedades offshore repartidas por todo tipo de paraísos fiscales.
"El Confidencial" contó ayer que Fernández de Sousa activó su empresa offshore en Islas Vírgenes unos días antes de dimitir en el año 2013 y en plena crisis de la multinacional viguesa.
Cuenta que el 10 de julio de 2013 Alain B. Levy, un abogado de Ginebra, envió un correo al y despacho Mossack Fonseca solicitando un certificado donde se acreditara que la sociedad International Gestion Finance SA había sido dada de baja después de 2004 y que todos sus bienes habían sido transferidos a su accionista.
Era Manuel Fernández de Sousa, que por aquellas fechas vivía sus últimas horas como presidente de Pescanova. Tenía acciones de Sodesco, sociedad que controlaba la mayoría de su participación en la empresa, en una firma offshore, según los documentos de Mossack Fonseca a los que han tenido acceso "El Confidencial" y La Sexta. Sin embargo, el empresario la dejó morir al no pagar la cuota correspondiente al ejercicio 2005 y se olvidó de ella hasta que estalló el escándalo de Pescanova. Fue justo en ese momento cuando el despacho panameño vio como este viejo cliente del pasado volvía a aparecer.
Tras recibir la confirmación del despacho panameño de que la sociedad estaba dada de baja y de que podían conseguirle un certificado, el abogado de Fernández de Sousa optó por guardar silencio hasta el 12 de agosto de 2013, es decir, hasta dos días antes de que Damm y Luxempart presentaran su propuesta para constituir el nuevo consejo.
Levy comenzó un intercambio de correos con Mossack Fonseca en el que solicitaba que el certificado indicara que International Gestion Finance no tenía ningún activo desde 2004 y que sus únicos bienes habían sido 8.564 acciones de Sodesco, sociedad a través de la cuales el expresidente de Pescanova controlaba el 15% de la compañía, trasferidas a Sousa. Su objetivo era liberar de responsabilidad la consejo. Otros accionistas de Pescanova también tenían offshores como los Carceller, dueños de Damm, que contaban con un rosario de sociedades repartidas por Niue y Samoa, como se ha conocido. Además, José Alberto Barreras Barreras, también accionista de Pescanova, está detrás de tres sociedades: Jypsy Developments Limited, Lianne Ventures Limited y Stamps Investments Limited. El empresario aparece acompañado por sus hijas, Marta, Teresa y Ana Belén (que fue consejera de Pescanova), con poderes generales.
