En el interior del coche que atropelló a 18 personas durante la actuación de la París de Noia en Vilanova de Arousa se encontraban dos personas muy conocidas en la provincia de Pontevedra: Digna Díaz Oubiña, que estaba al volante del vehículo, y su marido, Luis Falcón Pérez.
Díaz, ya octogenaria, perdió el control del coche, un Smart automático, y embistió una carpa en la que se congregaban decenas de personas para disfrutar del concierto de la orquesta.
Conocido como Falconetti, Falcón Pérez arrastra tras de sí una larga fama como contrabandista. Llegó a ser condenado a una pena de 12 años de cárcel por traficar por hachís, en 1990, y cumplió la mitad. Además, tiempo después, en 2012, Falconetti fue juzgado junto a su mujer, acusados ambos de blanquear dinero procedente del narcotráfico.
Entonces, la pareja negó su relación con el tráfico de drogas, explicando que sus ingresos procedían de negocios legales: concretamente, la hostelería y la construcción. Había evidentes "desequilibrios contables", pero alegaron que eso se debía a que solo declaraban a Hacienda entre el 5% y el 15% de lo que ganaban. Este porcentaje variaba según el negocio en concreto.
Los negocios de Falconetti
Falconetti dejó el colegio a los 12 años, dedicándose a los más variados oficios: molió maíz, regentó un local con barra americana y distribuyó marisco, entre otras muchas veces en las que emprendió con distintos resultados.
En cuanto a la condena de 1990 a Falconetti, se le impuso al constar como jefe de una organización delictiva que intentó introducir en el País Vasco una tonelada de hachís con el objetivo final de distribuirlo por toda Europa y lucrarse con ello.
