Después de la decisión del regidor vigués, Abel Caballero, de plantar el encuentro para acercar posturas sobre el Área Metropolitana, las reacciones de los ex alcades de Vigo no se hicieron esperar, y a preguntas de este diario e independientemente de los colores políticos, todos se fundieron en una sola voz al afirmar que el Área no saldrá adelante sin el consenso de todos los participantes, y que de no conseguirse, la máxima perjudicada será la ciudad.
Carlos Príncipe, alcalde del PSOE entre 1991 y 1995 calificó el Área como un 'intento fallido' cuyos participantes de 'este carnaval demostraron su incapacidad', y señaló que 'reunirse es perder el tiempo' porque 'no es posible sacarlo si el principal ayuntamiento que es Vigo no quiere'. En cuanto al texto legal, se lamentó de que el PP 'cayó en la trampa', al aceptar la enmienda del PSOE de que sólo los alcaldes de los ayuntamientos formen parte de la junta de gobierno del Área, hecho que considera un error, y que ha propiciado que Caballero enarbole la bandera de la 'demagogia' al 'vender a los vigueses' que la ciudad tendrá menos poder de decisión que el resto de ayuntamientos. De esa forma, dijo que el ente supramunicipal 'está muerto' y emplazó a cambiar la ley pero esperar tres años para hacerlo'cuando se cambie también a Caballero y sean los ciudadanos con sus votos los que decidan'.
Por su parte, el popular Manuel Pérez, en el poder entre 1995 y 1999, criticó la 'falta de consenso' y vaticinó que el Área tendrá 'muchas dificultades para funcionar' si el PSOE sigue con una actitud de 'obstrucción', y que 'no será bueno para Vigo'. Apuntó a que la tarea más importante de todos los implicados es 'llegar al consenso' y que es necesario priorizar 'el elemento administrativo sobre el político'. Además afirmó que 'Vigo no sale mal parado con la ley' y que entre los ayuntamientos tiene que funcionar 'la solidaridad'.
En cuanto a Lois Castrillo, alcalde del BNG (1999-2003), el primer mandatario que puso en marcha la construcción del Área Metropolitana, se pronunció en estos términos: 'Entre todos la mataron y entre todos se murió'. El nacionalista mostró su escepticismo a 'que acabe en buen puerto' y consideró la falta de diálogo 'una frustración absoluta', ya que el Área se convierte en un 'arma arrojadiza entre partidos e instituciones, un espectáculo decepcionante y deprimente', afirmó. Asimismo, destacó que el Área 'no se debió llevar al Parlamento sin consenso' y culpó de esta situación tanto a populares como a socialistas. 'La Xunta simplemente no cree en el Área ni tiene intención de ponerlo en marcha, no tiene ni mecanismos claros de financiamiento', afirmó. En el fondo, 'es una contradicción porque el PP pretende volver a la recentralización provincial, quitando fuerza a los ayuntamientos'. Por su parte, acusó a Caballero de pretender 'ser presidente del Área como un niño pataleando'. 'De nada sirve reivindicar ser presidente cuando en sus años de mancomunidad nohizo nada, sino encasillarse en un feudo localista y hacer del enfrentamiento instuticional su bandera', sentenció.
Manuel Soto, alcalde socialista entre 1979 y 1991, calificó la situación como 'lamentable' y se mostró esperanzado de que 'encuentren una vía de diálogo', ya que esta situación 'ni es buena para Vigo, ni para Galicia, ojalá sean capaces de dialogar', rezó. Por su parte, la predecesora popular de Caballero, Corina Porro, recordó que 'el Área fue solicitado por todos los agentes sociales y politicos a lo largo de los últimos años' y alentó a 'hacer un esfuerzo', porque 'es importante para Vigo'.
Por su parte, el popular Manuel Pérez, en el poder entre 1995 y 1999, criticó la 'falta de consenso' y vaticinó que el Área tendrá 'muchas dificultades para funcionar' si el PSOE sigue con una actitud de 'obstrucción', y que 'no será bueno para Vigo'. Apuntó a que la tarea más importante de todos los implicados es 'llegar al consenso' y que es necesario priorizar 'el elemento administrativo sobre el político'. Además afirmó que 'Vigo no sale mal parado con la ley' y que entre los ayuntamientos tiene que funcionar 'la solidaridad'.
En cuanto a Lois Castrillo, alcalde del BNG (1999-2003), el primer mandatario que puso en marcha la construcción del Área Metropolitana, se pronunció en estos términos: 'Entre todos la mataron y entre todos se murió'. El nacionalista mostró su escepticismo a 'que acabe en buen puerto' y consideró la falta de diálogo 'una frustración absoluta', ya que el Área se convierte en un 'arma arrojadiza entre partidos e instituciones, un espectáculo decepcionante y deprimente', afirmó. Asimismo, destacó que el Área 'no se debió llevar al Parlamento sin consenso' y culpó de esta situación tanto a populares como a socialistas. 'La Xunta simplemente no cree en el Área ni tiene intención de ponerlo en marcha, no tiene ni mecanismos claros de financiamiento', afirmó. En el fondo, 'es una contradicción porque el PP pretende volver a la recentralización provincial, quitando fuerza a los ayuntamientos'. Por su parte, acusó a Caballero de pretender 'ser presidente del Área como un niño pataleando'. 'De nada sirve reivindicar ser presidente cuando en sus años de mancomunidad nohizo nada, sino encasillarse en un feudo localista y hacer del enfrentamiento instuticional su bandera', sentenció.
Manuel Soto, alcalde socialista entre 1979 y 1991, calificó la situación como 'lamentable' y se mostró esperanzado de que 'encuentren una vía de diálogo', ya que esta situación 'ni es buena para Vigo, ni para Galicia, ojalá sean capaces de dialogar', rezó. Por su parte, la predecesora popular de Caballero, Corina Porro, recordó que 'el Área fue solicitado por todos los agentes sociales y politicos a lo largo de los últimos años' y alentó a 'hacer un esfuerzo', porque 'es importante para Vigo'.
