Álvaro García Ortiz afirma que el proceso por el hundimiento del petrolero entra en la fase final previa al macrojuicio

La Fiscalía considera finalizada la investigación sobre el caso 'Prestige'

El fiscal en el caso del hundimiento del petrolero 'Prestige', Álvaro García Ortiz, ha señalado que el proceso judicial entra en su fase final previa a la convocatoria del macrojuicio, que prevé desarrollarse en A Coruña en los próximos meses. 'Estamos ya en el principio del inicio del juicio del Prestige', afirmó García Ortiz en una entrevista, en la que indicó que 'ya ha acabado formalmente la investigación' y la próxima semana concluye el plazo para que 'las partes personadas postulen ante el juez'.
El fiscal encargado de asuntos medioambientales del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) subrayó que el macrojuicio se celebrará ante la Audiencia de A Coruña, aunque apuntó que aún no se ha decidido el lugar en el que se desarrollará, ya que deberá acoger a decenas de testigos, expertos, peritos, abogados, jueces y otros profesionales de la justicia.Tampoco la fecha ha sido decidida, pero García Ortiz opinó que, desde el punto de vista de la Fiscalía, 'no sería malo' que el juicio coincidiera con el octavo aniversario del accidente.

El 13 de noviembre de 2002, el petrolero 'Prestige', un monocasco cargado con 77.033 toneladas de fueloil, con bandera de Bahamas, envió una llamada de socorro a las 14,15 horas cuando navegaba frente a las costas gallegas debido a la rotura de uno de los tanques en un momento de tormenta, por lo que perdió parte de su carga y tuvo problemas de estabilidad. Dos helicópteros acudieron a sus proximidades y evacuaron a 24 de los 27 tripulantes, de manera que permanecieron a bordo el capitán, el griego Apostolos Mangouras, de 73 años, que fue detenido y posteriormente liberado tras ser depositada una fianza de 3 millones de euros, así como el primer oficial y el jefe de máquinas.


hundimiento

El buque, procedente de San Petersburgo (Rusia) y que se dirigía a Gibraltar, fue remolcado tras el accidente lejos de la costa gallega, por decisión de las autoridades, y finalmente el 19 de noviembre de 2002 se partió en dos. A las 10,45 horas se hundió la popa y a las 15,45 la proa a profundidades de unos 3.500 metros, aunque continuó vertiendo durante días el crudo. El entonces director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors, también será enjuiciado y deberá responder de los fundamentos de su decisión de alejar el buque de la costa gallega.

La marea negra desprendida afectó principalmente a las costas gallegas, que inundó de fueloil, pero perjudicó también, aunque en menor medida, a otras zonas del litoral de España y de Francia. Los afectados reclaman indemnizaciones de más de 1.200 millones de euros, de los cuales más de mil millones corresponden a personas, organizaciones y empresas perjudicadas en las costas de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, y de Comunidades Autónomas y el Estado español; y más de doscientos millones de euros de peticiones cursadas por Francia.

A raíz de este desastre se produjeron multitudinarias manifestaciones en Galicia en las que se responsabilizaba al Gobierno de ocultar información, así como de una mala gestión del suceso. Especialmente criticada fue la actitud del entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, por tardar 8 días en aparecer en público tras el desastre. Aznar tardaría 31 días en venir a Galicia tras el desastre.

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