Poco antes de las siete de la mañana de ayer, los bomberos del Morrazo recibieron un aviso de que la conservera Palacio de Oriente -ubicada en Bueu- estaba ardiendo. Los pocos trabajadores que se encontraban en ese momento en la nave -principalmente encargados del mantenimiento de la fábrica- dieron la voz de alarma tras escuchar una explosión en una de las líneas de producción y ver que el falso techo se desplomaba poco después. Apenas eran una decena las personas que se encontraban en las instalaciones de la conservera y al percatarse a tiempo del suceso pudieron salir por su propio pie, sin lamentar daños personales.
Tres horas tardaron los bomberos en sofocar el fuego, pero las labores se extendieron hasta mediodía ya que luego procedieron a las tareas de desescombro y enfriamiento de la nave porque las temperaturas en el interior eran muy elevadas.
Los trabajos iniciales se centraron en que las llamas no se propagasen al almacén y evitar que llegaran a los depósitos y a las calderas, así como evitar vertidos a un regato que hay situado junto a la empresa y que desemboca en una playa de Bueu, según informaron a este diario.
Sobre el origen del fuego, los trabajadores que se encontraban en esos momentos en la fábrica apuntaron que se produjo una pequeña explosión en la maquinaria de la línea de producción y se investiga si pudo deberse a un cortocircuito en una de las máquinas, causa que se investiga como una de las más probables como origen del incendio.
CON LÁGRIMAS
Los trabajadores permanecieron en las puertas de la conservera desde que se inició el incendio y vieron -algunos con lágrimas en los ojos- cómo se destruía la nave. 'Es un desastre, esperemos que podamos volver a trabajar pronto porque las cosas ya no están bien', decía uno de los empleados.
La empresa asegura que la actividad en el almacén se podrá retomar el próximo lunes porque esa zona no fue dañada, si bien la actividad productiva quedará suspendida temporalmente, según informaron fuentes de la compañía a este diario.
Además de las dotaciones de los bomberos del Morrazo se desplazaron al parque empresarial Castiñeiras refuerzos de Porriño y de la dotación del Salnés, junto con efectivos de Protección Civil de toda la comarca, Policía Local de Bueu, agentes de la Guardia Civil, el Grumir y efectivos de Augas de Galicia, Unión Fenosa y representantes de la Consellería de Medio Ambiente.
Los trabajos iniciales se centraron en que las llamas no se propagasen al almacén y evitar que llegaran a los depósitos y a las calderas, así como evitar vertidos a un regato que hay situado junto a la empresa y que desemboca en una playa de Bueu, según informaron a este diario.
Sobre el origen del fuego, los trabajadores que se encontraban en esos momentos en la fábrica apuntaron que se produjo una pequeña explosión en la maquinaria de la línea de producción y se investiga si pudo deberse a un cortocircuito en una de las máquinas, causa que se investiga como una de las más probables como origen del incendio.
CON LÁGRIMAS
Los trabajadores permanecieron en las puertas de la conservera desde que se inició el incendio y vieron -algunos con lágrimas en los ojos- cómo se destruía la nave. 'Es un desastre, esperemos que podamos volver a trabajar pronto porque las cosas ya no están bien', decía uno de los empleados.
La empresa asegura que la actividad en el almacén se podrá retomar el próximo lunes porque esa zona no fue dañada, si bien la actividad productiva quedará suspendida temporalmente, según informaron fuentes de la compañía a este diario.
Además de las dotaciones de los bomberos del Morrazo se desplazaron al parque empresarial Castiñeiras refuerzos de Porriño y de la dotación del Salnés, junto con efectivos de Protección Civil de toda la comarca, Policía Local de Bueu, agentes de la Guardia Civil, el Grumir y efectivos de Augas de Galicia, Unión Fenosa y representantes de la Consellería de Medio Ambiente.
