Una jornada de altas presiones, un día seco y con poco viento ha animado hoy a los gallegos a pasear por la playa y disfrutar de las terrazas tras el tren de borrascas que ha azotado a la comunidad durante semanas.
A Coruña disfruta de una jornada soleada que ha invitado a sus habitantes al paseo marítimo de la ciudad, muy afectado tras los últimos temporales y en el que todavía hay arena en sus zonas ajardinadas después de que el mar alcanzara la carretera el pasado lunes.
Por ello y para actuar sobre el perfil de la playa el Ayuntamiento ha reunido a un grupo de especialistas que trabaja en adoptar las medidas necesarias de cara al futuro con el objetivo de afrontar mejor el impacto de fenómenos costeros, también en otras zonas de la ciudad como el Aquarium, dañado por el mar el lunes.
Este invierno se han sucedido siete episodios de alerta roja en la costa gallega, seis en lo que va de año, y el paseo marítimo no aguantó más, y aunque permanece abierto desde horas después del último temporal, las obras para reparar la balaustrada y mover la arena se prolongarán durante días.
Ayer comenzaron nuevas obras impulsadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en ayuntamientos coruñeses como los de Dumbría, Laxe, Valdoviño y Ortigueira.
Durante más tiempo se prolongarán las que se realizarán en el puerto de Malpica, en donde el fuerte oleaje del pasado lunes desplazó varios bloques de hormigón, de 120 toneladas cada uno, y afectó a la protección de dichos diques, una reparación que desde el puerto no se cree que se pueda iniciar hasta la primavera.
En Vigo, un sol resplandeciente ha devuelto a la playa de Samil la habitual estampa de un paseo muy transitado, inédita desde hace meses por la sucesión de temporales que han sacudido a toda la comunidad gallega, y cuyos efectos han sido especialmente notables en toda la zona costera del sur de la provincia de Pontevedra.
El mar invadió literalmente algunas carreteras, como la que une Baiona con A Guarda, y las intensas lluvias provocaron desprendimientos de taludes que han obligado a cortar varios viales en Gondomar y Cangas, cuyos trabajos de reparación aún no tienen una fecha fija para su conclusión.
En las zonas urbanas el mejor indicador de que hace buen tiempo se refleja en las terrazas de bares, restaurantes y cafeterías, hasta hace bien poco desérticas y desde ayer por la tarde repletas de clientes.
