Galicia perderá en el 2019 el 3,09% de su población, convirtiéndose en la tercera comunidad autónoma con mayor pérdida, tan sólo superada por Asturias y el País Vasco, donde según datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de habitantes caerá un 5 y un 3,19%, respectivamente. Así, la comunidad es una de las ocho en las que se prevé que las defunciones superen a los nacimientos en la próxima década, ya que este año el crecimiento vegetativo registra 8.140 defunciones más que nacimientos.
La población gallega se reducirá un 3,09% en los próximos diez años, al pasar de los 2.738.930 habitantes registrados a principios de 2009 a 2.654.211 previstos para el año 2019, según el estudio sobre la proyección de la población, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el periodo 2009-2019.
De esta forma, Galicia sería la tercera comunidad autónoma con una mayor pérdida de población, sólo superada por Asturias, donde el INE pronostica que el número de habitantes caerá casi un cinco por ciento, y por el País Vasco, donde decrecería un 3,19 por ciento. El INE fundamenta sus datos en el escaso incremento de la población que experimentó Galicia entre los años 2002 y 2008, cuando los habitantes en esta comunidad sólo aumentaron en 1,68 por ciento, mientras que en el total nacional el alza alcanzó el 11,87 por ciento.
Asimismo, alerta de que la comunidad gallega será una de las ocho en las cuales se registrará, durante la próxima década, un mayor número de defunciones frente a los nacimientos previstos.
Según esta proyección, el crecimiento vegetativo previsto para Galicia este año ya registra 8.140 defunciones más que nacimientos, pero para 2018 el saldo negativo se elevaría a 14.174 personas.
Menos inmigrantes
Asimismo, el estudio indica que la población inmigrante experimentará un crecimiento muy inferior al de años pasados y en Galicia esta tendencia se traducirá en que, en la próxima década, habrá una tasa de inmigrantes por cada mil habitantes del 0,12. Frente a esta evolución negativa del crecimiento poblacional en Galicia, las comunidades autónomas para las cuales se prevé un crecimiento demográfico relativo más intenso en la próxima década serán Castilla-La Mancha (11,4%), Región de Murcia (9,2%), Islas Baleares (7,8%), Comunidad Valenciana (7,3%) y Canarias (7,2%).
Respecto al crecimiento migratorio a nivel nacional el documento del Instituto Nacional de Estadística indica que la migración exterior constituye el componente más volátil e incierto del devenir del demográfico futuro.
Si bien en los últimos años ha sido clave en el aumento poblacional (entre el 75,6% y el 92,8% del crecimiento anual desde 2002 hasta 2008), el INE indica que en los próximos años se reducirá, pasando de los 958.000 inmigrantes anuales registrados en 2007 a 345.000 en 2012.
Un millón más en el país en la próxima década
En el conjunto nacional, la población española crecerá en diez años sólo 1,1 millones de habitantes frente a los más de 5 millones de la década anterior.
Así, España pasará de los 45.828.172 habitantes en 2009 a los 46.955.030 en 2019, lo que supone un crecimiento del 2,46 por ciento. El documento señala también una desaceleración de la tasa de crecimiento de la población, que se reduciría desde 1,2 por ciento anual registrado en 2008 hasta el 0,3 por ciento en 2010.
En cuanto al ritmo anual de crecimiento medio de 695.000 habitantes durante el periodo 2002-2008, las hipótesis planteadas en los diez próximos años dictan que la población residente en España experimentaría un incremento anual de en torno a 113.000 habitantes. De esta forma, y después de unos años de elevado dinamismo demográfico, España apenas alcanzaría los 47 millones de habitantes en 2018.
En cuanto al crecimiento vegetativo español, tras haber registrado el máximo de las dos últimas décadas en 2008, con una diferencia favorable de nacimientos sobre defunciones de 133.000 personas, éste experimentaría un descenso hasta un excedente vegetativo anual de 16.700 personas en el horizonte de 2018, de acuerdo con las previsiones establecidas en esta proyección.
Por su parte, el Indice Sintético de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) mantendría su ritmo de crecimiento, pasando de los 1,46 en 2008 a los 1,54 en 2018, debido en parte al efecto de la población extranjera.
La aportación de las mujeres inmigrantes, que tienen hijos a edades más tempranas, explicaría también que la edad media a la maternidad se estabilice en torno a los 31 años. Sin embargo, el crecimiento esperado de la fecundidad de las mujeres residentes en España no sería suficiente para impedir el descenso en el número absoluto de nacimientos, como consecuencia de que las generaciones de mujeres en edad fecunda serán cada vez menos numerosas.
De esta forma, Galicia sería la tercera comunidad autónoma con una mayor pérdida de población, sólo superada por Asturias, donde el INE pronostica que el número de habitantes caerá casi un cinco por ciento, y por el País Vasco, donde decrecería un 3,19 por ciento. El INE fundamenta sus datos en el escaso incremento de la población que experimentó Galicia entre los años 2002 y 2008, cuando los habitantes en esta comunidad sólo aumentaron en 1,68 por ciento, mientras que en el total nacional el alza alcanzó el 11,87 por ciento.
Asimismo, alerta de que la comunidad gallega será una de las ocho en las cuales se registrará, durante la próxima década, un mayor número de defunciones frente a los nacimientos previstos.
Según esta proyección, el crecimiento vegetativo previsto para Galicia este año ya registra 8.140 defunciones más que nacimientos, pero para 2018 el saldo negativo se elevaría a 14.174 personas.
Menos inmigrantes
Asimismo, el estudio indica que la población inmigrante experimentará un crecimiento muy inferior al de años pasados y en Galicia esta tendencia se traducirá en que, en la próxima década, habrá una tasa de inmigrantes por cada mil habitantes del 0,12. Frente a esta evolución negativa del crecimiento poblacional en Galicia, las comunidades autónomas para las cuales se prevé un crecimiento demográfico relativo más intenso en la próxima década serán Castilla-La Mancha (11,4%), Región de Murcia (9,2%), Islas Baleares (7,8%), Comunidad Valenciana (7,3%) y Canarias (7,2%).
Respecto al crecimiento migratorio a nivel nacional el documento del Instituto Nacional de Estadística indica que la migración exterior constituye el componente más volátil e incierto del devenir del demográfico futuro.
Si bien en los últimos años ha sido clave en el aumento poblacional (entre el 75,6% y el 92,8% del crecimiento anual desde 2002 hasta 2008), el INE indica que en los próximos años se reducirá, pasando de los 958.000 inmigrantes anuales registrados en 2007 a 345.000 en 2012.
Un millón más en el país en la próxima década
En el conjunto nacional, la población española crecerá en diez años sólo 1,1 millones de habitantes frente a los más de 5 millones de la década anterior.
Así, España pasará de los 45.828.172 habitantes en 2009 a los 46.955.030 en 2019, lo que supone un crecimiento del 2,46 por ciento. El documento señala también una desaceleración de la tasa de crecimiento de la población, que se reduciría desde 1,2 por ciento anual registrado en 2008 hasta el 0,3 por ciento en 2010.
En cuanto al ritmo anual de crecimiento medio de 695.000 habitantes durante el periodo 2002-2008, las hipótesis planteadas en los diez próximos años dictan que la población residente en España experimentaría un incremento anual de en torno a 113.000 habitantes. De esta forma, y después de unos años de elevado dinamismo demográfico, España apenas alcanzaría los 47 millones de habitantes en 2018.
En cuanto al crecimiento vegetativo español, tras haber registrado el máximo de las dos últimas décadas en 2008, con una diferencia favorable de nacimientos sobre defunciones de 133.000 personas, éste experimentaría un descenso hasta un excedente vegetativo anual de 16.700 personas en el horizonte de 2018, de acuerdo con las previsiones establecidas en esta proyección.
Por su parte, el Indice Sintético de Fecundidad (número medio de hijos por mujer) mantendría su ritmo de crecimiento, pasando de los 1,46 en 2008 a los 1,54 en 2018, debido en parte al efecto de la población extranjera.
La aportación de las mujeres inmigrantes, que tienen hijos a edades más tempranas, explicaría también que la edad media a la maternidad se estabilice en torno a los 31 años. Sin embargo, el crecimiento esperado de la fecundidad de las mujeres residentes en España no sería suficiente para impedir el descenso en el número absoluto de nacimientos, como consecuencia de que las generaciones de mujeres en edad fecunda serán cada vez menos numerosas.
