VIGO

Primera condena de prisión en Pontevedra por ruido en un bar

635568385630498566w
photo_camera Fernando C.S.

El hostelero aceptó dos años de cárcel y el pago de 1.500 euros de multa y otros 18.000 a la víctima

La Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, condenó a dos años de prisión, uno de inhabilitación para profesión relacionada con la hostelería y a una multa de 1.200 euros al dueño de una cafetería de Vigo, Fernando C.S., por un delito contra el medio ambiente al producir "ruidos constantes" y superiores al límite permitido desde 2007. Además, el hombre deberá indemnizar a una afectada en 18.000 euros. El juicio estaba previsto para este miércoles, pero finalmente no ha llegado a celebrarse al llegar todas las partes a un acuerdo de conformidad, tras lo que los magistrados han dictado sentencia, que ha sido declarada firme al haber renunciado todos los implicados a recurrir la decisión judicial.

Así las cosas, Fernando C.S., admitió todos los hechos y aceptó una pena de dos años de cárcel, ocho meses de multa a razón de cinco euros diarios, y un año de inhabilitación para profesión relacionada con la hostelería, frente a los tres años de cárcel, 15 meses de multa de 10 euros diarios, y dos años de inhabilitación que solicitaba inicialmente la fiscal. Asimismo, ayer se decretó la clausura definitiva del negocio, y el condenado deberá indemnizar a la víctima, María Inés R.M., y a su hijo menor de edad en 18.000 euros -frente a los 6.000 euros solicitados inicialmente por la Fiscalía-, que tendrá que abonar en un plazo máximo de cinco años mediante cuotas mensuales no inferiores a 200 euros.



suspensión de la ejecución

Finalmente, tras declararse firme la sentencia, el abogado de la defensa solicitó la suspensión de la ejecución de la pena de cárcel para su cliente -quien no tiene antecedentes penales anteriores-, petición a la que no se opusieron la acusación ni la Fiscalía siempre que Fernando C.S. no cometa otro delito ni deje de abonar los pagos en plazo.

Según el escrito del Ministerio Público, los hechos se produjeron "prácticamente desde que Fernando empezó a explotar" una cafetería localizada en la calle Doctor Canoa, en noviembre de 2007, donde, según varias mediciones, el ruido producido excedía el límite máximo permitido, llegando a percibirse en una vivienda del primer piso. Por estos motivos, el Ayuntamiento de Vigo incoó en 2010 un expediente sancionador por contaminación acústica contra el dueño del local, que derivó en una sanción de 1.502,53 euros. Posteriormente, en 2012 se le incoó un segundo expediente por el que se ordenó que adoptara medidas de adaptación del local a la licencia de que dispone -café bar sin música-, tras lo que se le ordenó el cese de su actividad.

Como consecuencia del ruido "constante", la denunciante, que tiene un hijo de 12 años con epilepsia y migrañas, sufre sintomatología ansioso-depresiva, con insomnio e irritabilidad, por lo que precisó de tratamiento psiquiátrico y psicológico. La abogada de la acusación, Nieves Otero, hizo hincapié en que la familia sufría los ruidos desde 2007 y "el máximo perjuicio tuvo que ver con el hijo", puesto que es una persona enferma, que no podía "acudir regularmente al colegio".



Cinco años sufriendo

"Son cinco años de estar sufriendo vibraciones y ruidos" y de no poder "tener una vida normal", explicó. Indicó que la afectada tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico 557 días y que madre e hijo llegaron a cambiar temporalmente su residencia en verano y se veían obligados a salir a la calle a pasear "para evitar una situación de estrés constante".

En lo relativo a llevar el caso por la vía penal, la letrada ha aseverado que "intentaron por todos los medios posibles evitarlo", pero, con los "problemas psicológicos y la agravación de la enfermedad" del menor, ésta "fue la única vía para al final conseguir la clausura" del negocio, que se produjo el pasado año 2012.

Te puede interesar