El organista de la Catedral de Santiago temía que "alguien" hubiera escondido el Códice en su casa
La letrada Carmen Ventoso, que se ocupa de la defensa del electricista gallego Manuel Fernández Castiñeiras, señaló ayer que la detención de su cliente estuvo motivada por las escuchas obtenidas a través de los micrófonos que se instalaron en su domicilio, una prueba que ya el tribunal anuló. Esta abogada manifestó antes del inicio de una nueva sesión del juicio, que el arresto se debió "a lo que allí escucharon" y desveló que en un momento se oye a Jesús, el hijo de este operario y de la costurera Remedios Nieto, decir a su padre "cómo se pone así" y "qué es lo que esconde" en un despacho.
Ventoso apuntó que "ante esto decidieron detener" a los tres, después de que se "invadiese la intimidad" de esta familia, y criticó que a "dos personas absolutamente inocentes como Remedios y Jesús se las mandase a prisión" y se vean obligadas a sentarse en el banquillo.
miedo de los trabajadores
En la sesión de ayer, el antiguo organista de la Catedral, Joaquín Barreira Pereira, confesó que llegó a tener miedo de que, durante la investigación, los agentes llegasen a encontrar el Códice en su propio domicilio.
El organista relató que sintió "miedo", un pánico por el que llamó a la Policía para que registrase su propiedad. Admitió que se sintió "muy liberado" después de que el Códice Calixtino apareciese en julio de 2012 en un edificio que no era el suyo, sino un garaje propiedad de Fernández Castiñeiras.
Recordado el antiguo organista de la Catedral, que en 2012 había sido condenado a cuatro meses de cárcel por la sustracción de una copia del manuscrito valorada en 2.500 euros, que durante el tiempo en el que el Códice Calixtino estuvo desaparecido se vivió una situación que "desbordó" a todos los trabajadores del templo que preside la plaza del Obradoiro, entre ellos él mismo.
