Una 'grapo' condenada por atentar en Vigo pide su absolución

La defensa de la miembro de los Grapo Gemma Belén Rodríguez Miguel solicitó su absolución al Tribunal Supremo en una vista pública en la que se preguntó si el Estado de Derecho puede 'admitir' que una persona sea juzgada más de una década después de la comisión de los hechos.
El paso del tiempo tuvo consecuencias en la propia celebración del juicio, en el que la testigo que incriminó a su cliente dijo no recordar nada al transcurrir 11 años desde la comisión de los hechos. Rodríguez Miguel fue identificada como la persona que colocó una bomba en una empresa de trabajo temporal (ETT) de Vigo que explotó el 27 de septiembre de 2000.

El alto tribunal celebró ayer una vista pública para revisar la condena a 15 años de cárcel para la integrante de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre por un delito de estragos terroristas. La Sala dictará posteriormente una sentencia de la que será ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo.

El abogado defensor de Rodríguez Miguel enfatizó que su representada 'nunca tuvo nada que ver' con acciones cometidas con explosivos. El letrado advirtió también de que esta causa fue sobreseída en 'cinco' ocasiones hasta que el juicio se celebró '11 años después de la comisión de los hechos'. En el plenario la testigo que identificó a la 'grapo' en la colocación de los explosivos dijo 'no recordar prácticamente nada'.

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