La subdelegación del Gobierno informa que Tráfico desconoce el motivo y que es responsabilidad de Audasa.
Los conductores que atraviesan diariamente el puente de Rande se quedaron sorprendidos ayer por la instalación de un resalto -conocido popularmente como badén de forma incorrecta- hacia Pontevedra.
Al iniciar el puente se encuentran dos señales identificadas con el color amarillo. La primera alerta de obras (operario con una pala) y la segunda indica que hay un resalto y que la velocidad máxima permitida es 80 kilómetros por hora, con el peligro que implica pasar por encima a esa velocidad. Todo ello a pesar de que Rajoy inauguró hace ocho meses las obras para permitir el incremento de tasas prometido a Audasa.
Conductores consultados por este periódico alertan del peligro que supone. "Iba circulando y el de delante frenó, yo frené a tiempo pero el de atrás casi me machaca", señala un habitual de la AP-9. El peligro es mayor para los motoristas, que tienen menos estabilidad.
La subdelegación del Gobierno informa que Tráfico desconoce el motivo y que es responsabilidad de Audasa.
