ATRACO MORTAL EN VIGO

Interior estudia por qué los policías no llevaban los chalecos antibalas

Los sindicatos policiales recuerdan que llevan tiempo advirtiendo de los riesgos de carecer de este tipo de protección

Un día después del trágico atraco a una sucursal bancaria en el Calvario en el que una agente de policía, Vanessa Lage, de 36 años, murió abatida por el atracador (también fallecido en la refriega), el subinspector Vicente Jesús Alló de 41, resultó herido grave y una rehén M.G.R., subdirectora de la sucursal, con lesiones por un disparo en el brazo, todavía quedan muchas incógnitas por despejar.

A la investigación judicial del caso, que ayer continuó con la llegada desde Madrid de Policía Científica que recogió pruebas en el lugar del crimen, se suma una investigación policial interna. Así lo confirmó ayer el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien, durante su visita a Vigo para acudir a la capilla ardiente, aseguró que "todos los hechos se van a revisar", en relación a que no llevaban chalecos antibalas, y añadió que "se tomarán las medidas que se tengan que tomar" si así lo indican las conclusiones que se extraigan.

Los sindicatos policiales recordaron ayer que llevan tiempo pidiendo chalecos antibalas advirtiendo del riesgo de carecer de ellos. "Si nuestra compañera hubiera llevado chaleco, quizá se hubiera salvado", aseguró Víctor Vasco, responsable del SUP de Vigo. Según dijo, "actualmente, sólo un 15% de la plantilla en Comisaría tiene esos chalecos, porque el plan de la Administración es proveerlos en dos años y sólo a uniformados, pero debería ser algo que nos dieran con el arma". De hecho, afirma, que “algunos han decidido comprárselo de su dinero porque 600 euros pueden salvarte la vida”¨.



NO QUISO NEGOCIAR

Por su parte, Agustín Vigo, portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), sindicato al que estaban afiliados los dos agentes tiroteados, cree que "fuera quien fuera" a atender esta urgencia "se lo iban a cepillar", puesto que el atracador, Enrique Lago Fariñas, tenía "las ideas claras: o le salía bien o le daba todo igual". Abundó en que , "no quiso negociar", ya que directamente, tras salir a la calle parapetado tras la subdirectora de la sucursal a la que tomó de rehén, "disparó a quemarropa".

Te puede interesar