Vázquez Taín aceptó la modificación del grado reclamada por la Fiscalía, que dice que concurren alevosía y parentesco

El juez eleva a asesinato la acusación contra los padres adoptivos de Asunta

Rosario Porto, la izquierda, en los jardines de la casa de Teo. A la derecha, Alfonso Basterra, vigilado por un agente. (Foto: FOTOS VICENTE PERNÍA)
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La acusación que pesa sobre los padres de Asunta Basterra Porto, la niña hallada muerta en una pista forestal en la madrugada del pasado 22 de septiembre, se elevó de homicidio a asesinato casi un mes después del crimen. Sendos delitos implican matar a una persona, pero en el asesinato existe premeditación y conlleva una pena superior.
Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres adoptivos de la pequeña de 12 años, están internos en la prisión coruñesa de Teixeiro desde el día 27 y en la mañana de ayer fueron conducidos a Compostela, ciudad a la que llegaron antes de las diez, y donde pudieron escuchar con concreción sus imputaciones. José Luis Gutiérrez Aranguren, el abogado que asiste a Rosario Porto, madre de la víctima, fue el primero en anunciar a los medios de comunicación la modificación del cargo, justo a su salida del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela, y también fue él quien comentó que sobre esta causa se mantiene por ahora el secreto de sumario.

Poco tiempo después, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia envió un comunicado en el que explica que el fiscal asignado al caso, Jorge Fernández de Aranguiz, 'tras hacer un relato de los hechos' los calificó de asesinato 'al entender que existen las agravantes de alevosía y parentesco'. De Aranguiz solicitó además que se prorrogue un mes más el secreto sobre las actuaciones, y esta petición recibió la aceptación del juez instructor del caso, José Antonio Vázquez Taín, pese a la oposición de las defensas, que reclamaban el alzamiento.


REGISTRO EN LA CASA DE TEO

Al finalizar la comparecencia de ayer, tanto el magistrado como los imputados y sus respectivos abogados se desplazaron a la casa familiar de Teo (A Coruña), situada a escasos kilómetros de la pista forestal en la que dos viandantes hallaron el cadáver de la cría, para proceder a un nuevo registro orientado a 'recoger algunos objetos'. Esta casa ya fue inspeccionada, al menos, en otras dos ocasiones, la primera de ellas en las horas posteriores al crimen, y en su interior se halló una cuerda anaranjada como la que apareció junto al cuerpo sin vida de Asunta. Rosario Porto y Alfonso Basterra asistieron durante unas dos horas a esta diligencia, que culminó pasadas las tres y media de la tarde, y en la que fue necesaria la presencia de un electricista. Los agentes encargados portaron varias bolsas.

Un amplio despliegue de efectivos de la Guardia Civil rodeó la casa familiar de Montouto durante las casi tres horas que duró el registro. Así, en la zona permanecieron hasta siete vehículos de la Guardia Civil y un turismo más de la Policía Judicial sin rotular.

Durante el tiempo que estuvieron en el interior de la finca, se pudo ver a Porto y a Basterra caminando, en compañía de sus abogados y agentes, por el jardín de la casa, y en la terraza de la vivienda hablando con los investigadores que recogían pruebas. En el registro estuvieron presentes también el fiscal del caso y el propio juez.

El cadáver de la menor, de origen chino y que había sido adoptada antes de cumplir un año, fue hallado por dos hombres sobre un talud de una pista forestal el pasado 22 de septiembre, si bien la investigación determinó que falleció el día anterior, presumiblemente tras ser sedada y asfixiada.

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