Los procedimientos de desalojo de viviendas, locales o fincas, llamados popularmente desahucios, acordados por los juzgados de primera instancia al cierre de 2012 ascendieron a 101.034, de los cuales 3.511 se llevaron a cabo en Galicia, según datos divulgados ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Durante este ejercicio, la comunidad gallega registró en el primer trimestre un total de 1.016 lanzamientos, como también son llamados los desahucios, que se redujeron a 963 durante el segundo; a 675 durante el tercero, y en el cuarto trimestre del año pasado volvieron a repuntar, con un total de 857.
Los datos recopilados por el órgano de gobierno de los jueces no son comparables con los del 2011 (46.408 desahucios a nivel estatal), ya que entonces no estaban disponibles los acordados por los juzgados de primera instancia y sólo se recogían los actos de comunicación y ejecución de otras instancias judiciales (servicios comunes). La estadística del CGPJ refleja que el número de desahucios aprobados en España en el cuarto trimestre fue de 24.310, un 25,9% más que en el anterior, cuando se contabilizaron 19.314, si bien fueron un 16,9% inferiores a los registrados en el segundo trimestre (29.275) y un 13,6% menos que los del primero (28.135).
La mayor cantidad de desalojos tuvieron lugar en Cataluña (25.422), muy por encima de Madrid (14.549), Andalucía (13.638) y la Comunidad Valenciana (13.199).
EJECUCIONES HIPOTECARIAS
Asimismo, el año pasado se iniciaron 91.622 ejecuciones hipotecarias, un 17,7% más que en 2011, aunque a 31 de diciembre estaban en proceso de tramitación otras 198.116. Si se comparan los cinco años de la crisis (2008-2012) y el quinquenio anterior, (2003-2007) se produjo un incremento de la ejecuciones hipotecarias iniciadas de un 368,7%, lo que supone un aumento medio anual de un 73,7%.
En Galicia, en 2008 se habían registrado 634; 970 en 2009; 1.270 en 2010; 1.280 en 2011, y 1.903 en 2012. En cuanto a las ejecuciones resueltas, la cifra aumentó un 199,5%, con una media anual del 39,9%, mientras que para las que quedaron en trámite al final del período, se disparó un 482,9%, un 96,6 % anual.
Por comunidades autónomas, la que presentó un porcentaje mayor de ejecuciones hipotecarias resueltas fue Andalucía, con un 21%; Cataluña (20,7%), Comunidad Valenciana, (15,9%) y Madrid (10,8%). La comunidad gallega se situó el año pasado en el 2,51 por ciento de ejecuciones resueltas.
La ejecución hipotecaria es un procedimiento judicial que se inicia a instancia de parte (entidad financiera) tras el impago de entre tres y seis cuotas mensuales por parte del hipotecado, y que puede acabar en acuerdo entre las partes, en desahucios o daciones en pago, entre otros.
La mayor cantidad de desalojos tuvieron lugar en Cataluña (25.422), muy por encima de Madrid (14.549), Andalucía (13.638) y la Comunidad Valenciana (13.199).
EJECUCIONES HIPOTECARIAS
Asimismo, el año pasado se iniciaron 91.622 ejecuciones hipotecarias, un 17,7% más que en 2011, aunque a 31 de diciembre estaban en proceso de tramitación otras 198.116. Si se comparan los cinco años de la crisis (2008-2012) y el quinquenio anterior, (2003-2007) se produjo un incremento de la ejecuciones hipotecarias iniciadas de un 368,7%, lo que supone un aumento medio anual de un 73,7%.
En Galicia, en 2008 se habían registrado 634; 970 en 2009; 1.270 en 2010; 1.280 en 2011, y 1.903 en 2012. En cuanto a las ejecuciones resueltas, la cifra aumentó un 199,5%, con una media anual del 39,9%, mientras que para las que quedaron en trámite al final del período, se disparó un 482,9%, un 96,6 % anual.
Por comunidades autónomas, la que presentó un porcentaje mayor de ejecuciones hipotecarias resueltas fue Andalucía, con un 21%; Cataluña (20,7%), Comunidad Valenciana, (15,9%) y Madrid (10,8%). La comunidad gallega se situó el año pasado en el 2,51 por ciento de ejecuciones resueltas.
La ejecución hipotecaria es un procedimiento judicial que se inicia a instancia de parte (entidad financiera) tras el impago de entre tres y seis cuotas mensuales por parte del hipotecado, y que puede acabar en acuerdo entre las partes, en desahucios o daciones en pago, entre otros.
