Manuel Fernández Castiñeiras, autor confeso del robo del Códice Calixtino, compareció ayer en el Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago, acompañado por su abogada. Fernández Castiñeras eludió hacer declaraciones al abandonar el juzgado, aunque sí saludó con la mano una vez dentro del vehículo de su hijo, que lo esperaba a la salida.
Su letrada, Carmen Ventoso, no consideró oportuno tampoco hacer más declaraciones porque 'no hay nada nuevo', remarcó. Este exempleado de la Catedral, donde prestó servicio como autónomo durante más de dos décadas, abandonó el día 30 la prisión coruñesa de Teixeiro, en la que estaba recluido desde julio de 2012.
