El presidente de la Fegamp, Carlos Fernández, reclama medios a la Xunta para poder aplicar políticas de prevención

La lluvia da un respiro a los montes gallegos, aunque persiste el temor

Dos agentes escoltan al incendiario de Teo. (Foto: Mondelo)
Los vecinos de los municipios coruñeses de Boiro, Ames y Brión celebraron ayer la tímida llegada de la lluvia tras los incendios registrados en las últimas jornadas, pero no dejan de lado la preocupación ante el riesgo de que se produzcan nuevos fuegos con la vuelta del calor.
El alcalde de Brión, José Luis García, señaló que los paisanos de la localidad recibieron con una 'alegría tremenda' la débil llovizna caída desde primera hora de la mañana, puesto que ayudará a enfriar los terrenos arrasados por el fuego que se declaró el martes en el municipio y obligó a desalojar varias viviendas. 'La lluvia ha aportado una sensación de tranquilidad, la gente podrá abrir las ventanas y quitar el humo de las casas, porque la verdad es que lo tenemos metido hasta dentro', destacó el regidor.

Este incendio, que se originó a primera hora de la tarde en el municipio colindante de Ames, quedó sofocado hacia las 22,00 horas del martes, según informó la Consellería, y durante la noche efectivos contra incendios vigilaron la zona para asegurarse de que el fuego no se avivase de nuevo. Pero ayer, el cielo cubierto permitió a los vecinos de Brión respirar profundo y dejar atrás la tensión que vivieron ayer cuando el fuego, que arrasó unas 22 hectáreas, atravesó las aldeas de Guitiande y O Tremo y quemó huertos e incluso árboles situados en fincas particulares.

'El peligro fue real, y se vivió una situación muy dramática: la gente intentaba mojar las paredes de las casas pero afortunadamente no pasó de ahí y no hay que lamentar daños materiales importantes', recordó el alcalde.


PREOCUPACIÓN POR LA CENIZA

En el municipio coruñés de Boiro, donde el fuego quemó durante el pasado fin de semana más de 450 hectáreas de monte, la preocupación ahora es otra: que la lluvia no arrastre las cenizas dejadas por el fuego hasta el río Coroño, que abastece de agua a la localidad. Así lo expresó el alcalde de este municipio de la ría de Arousa, Xosé Deira, quien agregó que si la intensidad de la lluvia aumenta, los perjuicios serán mayores.

No obstante, los alcaldes coinciden en destacar que la lluvia no es la solución definitiva al problema de los incendios y exigen a los responsables del Gobierno autonómico un cambio en las políticas de prevención que ayuden a evitar situaciones como las vividas. El alcalde de Ames, Carlos Fernández, también presidente de la Federación Galega de Municipios, advirtió de que hoy, con el regreso de las altas temperaturas, la situación será la misma que el martes y anunció que agosto y septiembre serán previsiblemente difíciles.

Para evitar esta situación, subrayó la necesidad de preparar las temporadas de incendios con mayor antelación y de que la Xunta dedique más recursos económicos a labores de prevención, puesto que los concellos no han recibido ayudas ni subvenciones para acometer este tipo de tareas.

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