En la parroquia porriñesa de Atios la fiesta de Nuestra Señora da Guía no consiguen hacer olvidar a los vecinos el suceso que se registró en la zona cuando un menor, vecino de la localidad, entró encapuchado, con un cuchillo y una cuerda en la casa de una joven a la que llegó a enseñar el arma pero sin causarle lesiones. El Fiscal de Menores de Pontevedra decretó que el chico quede bajo la custodia de su padre, desechando su internamiento en un centro.
La rápida actuación de la pareja de la chica evitó que sucediera nada y obligó al chico a huir monte a través. Finalmente fue alcanzado por el hombre, que llamó a la Guardia Civil que procedió a su detención. Por el momento, y según las investigaciones que se han desplegado en torno a este suceso, se descarta la posibilidad de que se trate de un robo a mano armada así como que se trate de un juego de rol, como habían apuntado varias fuentes.
Los vecinos del barrio aseguraban que el menor hacía tiempo que estaba 'obsesionado' con la joven y que 'había intentado algunas cosas antes de meterse en la casa'. Algunas personas recordaban que en los últimos tiempos un desconocido había llamado a la puerta de la casa donde vive la joven, desapareciendo cuando abrían.
Ahora todas las sospechas recaen sobre este vecino, que los que le conocen definen como 'extrovertido y alegre. Tiene muchos amigos', pero que desde hacía algún tiempo sólo tenía ojos para la víctima. Algunos vecinos, pese a no decirlo abiertamente, señalan que 'en ocasiones hacía cosas un poco raras', pero niegan que jugase a los roles 'lo que pasó era porque estaba obsesionado con ella, no hay otro motivo'.
La Guardia Civil, encargada de la investigación del caso, encontró en un bosque existente en las proximidades de la casa de ambos -el menor vive a escasos metros de la vivienda de la mujer- una especie de construcción en las que tenía algunos objetos y ropa y donde solía pasar algún tiempo.
Los vecinos del barrio aseguraban que el menor hacía tiempo que estaba 'obsesionado' con la joven y que 'había intentado algunas cosas antes de meterse en la casa'. Algunas personas recordaban que en los últimos tiempos un desconocido había llamado a la puerta de la casa donde vive la joven, desapareciendo cuando abrían.
Ahora todas las sospechas recaen sobre este vecino, que los que le conocen definen como 'extrovertido y alegre. Tiene muchos amigos', pero que desde hacía algún tiempo sólo tenía ojos para la víctima. Algunos vecinos, pese a no decirlo abiertamente, señalan que 'en ocasiones hacía cosas un poco raras', pero niegan que jugase a los roles 'lo que pasó era porque estaba obsesionado con ella, no hay otro motivo'.
La Guardia Civil, encargada de la investigación del caso, encontró en un bosque existente en las proximidades de la casa de ambos -el menor vive a escasos metros de la vivienda de la mujer- una especie de construcción en las que tenía algunos objetos y ropa y donde solía pasar algún tiempo.
