POLÍTICA

Santalices pide un gran pacto contra la corrupción y los recursos necesarios

Ourense. 28-01-2016. Miguel Santalices, presidente del Parlamento Gallego. Baltar
photo_camera Miguel Santalices, presidente del Parlamento Gallego.

"Me preocupa que la imagen que se da de los políticos sea la que dan los barómetros, no es buena", reconoce el presidente ourensano del Parlamento gallego

El presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, ha reclamado un gran pacto contra la corrupción, en el que se pongan de acuerdo todos los partidos y también otros sectores de la sociedad, y ha pedido que se destinen "los recursos que fueran necesarios" para prevenirla y combatirla.

"En la lucha contra la corrupción lo correcto sería que nos pusiéramos de acuerdo y poner los recursos que fueran necesarios", afirma en una entrevista, en la que sostiene que "la corrupción hace que la gente no crea en sus representantes y genera una merma importante en la política que conlleva el riesgo de perder el sistema democrático".

Santalices (Bande, 1955) defiende, en cualquier caso, "el camino emprendido por Galicia" en la lucha contra la corrupción, como las nuevas facultades del Consello de Contas, e insiste en que "ahora toca un gran pacto" para prevenirla.

"Me preocupa que la imagen que se da de los políticos sea la que dan los barómetros, no es buena", reconoce el presidente del Parlamento, que considera que es preciso "reflexionar" sobre qué están haciendo los políticos "para que se tenga esta imagen tan mala" del trabajo que realizan.

Además de estar alejados de cualquier sombra de duda que los relacione con la corrupción, Santalices señala, entre otras posibles causas de desafección, "que en el Parlamento a veces no se aborden cuestiones de temas que le preocupan a la ciudadanía" o que se afronte el trabajo parlamentario "desde una óptica de crispación".

Afirma que habla habitualmente con los portavoces de todos los grupos políticos en la Cámara -PPdeG, En Marea, PSdeG y BNG- y sostiene que en esta legislatura, "marcada por una amplísima renovación" en los cuatro grupos, hay un ambiente correcto y de "absoluta normalidad".

"No creo que haya la percepción de que sea un árbitro que barre para casa", afirma sobre su papel de presidente utilizando un símil futbolístico e incide en que su labor es "proteger los derechos de todos los diputados", una cuestión en la que procura esforzarse, según confiesa.

El presidente del Parlamento gallego, que es el "más veterano pero no el más viejo" de la Cámara autonómica -lleva seis legislaturas, desde 1997-, cuenta que en la presente legislatura que comenzó el pasado mes de diciembre intentará desarrollar iniciativas que den "visibilidad" a la institución, la primera de Galicia.

Tras una gestión "corta" en la pasada legislatura, en la que sustituyó a Pilar Rojo al frente de la Cámara, considera que ahora dispone del tiempo para que el Parlamento, "como primera institución de Galicia", dé a conocer sus funciones y su labor a través de "hechos concretos".

Ahonda en el programa de visitas guiadas y en la labor de los exdiputados, pero también en otras medidas como el impulso de cuestiones "positivas" y "beneficiosas" para la sociedad como el curso de resucitación cardiorrespiratoria -en Galicia la primera causa de muerte natural está relacionada con enfermedades cardiovasculares- o la lucha contra la obesidad infantil.

Defiende, asimismo, las medidas introducidas para "dar más facilidades de participación" a los ciudadanos.

En la semana en la que se conmemora el Día das Letras Galegas, que este año está dedicado a Carlos Casares, algo que le produce "especial satisfacción", defiende su inclinación "galleguista" y asegura que se siente "cómodo" en el PPdeG con esta cuestión.

"Yo soy diputado por Ourense y vengo de una familia de origen galleguista y cristiano, nunca lo he ocultado. Estoy impregnado de una carga de galleguismo muy importante", sostiene, dada la relación de su familia con personajes como Otero Pedrayo o Xaime Quessada, recuerda.

Y sobre sus compañeros de partido, reitera: "Yo me siento cómodo donde estoy, respetan mi pensamiento, puedo expresarme como quiero y mis aportaciones son bien recibidas. En Ourense tenemos, si cabe, un poco de carga de profundidad en este asunto y nadie por esto nos mira mal, todo lo contrario. Estamos muy bien integrados, me siento muy cómodo en el PPdeG", concluye.

Evita pronunciarse sobre la necesidad de apurar el Estatuto de Autonomía o de impulsar la redacción de uno nuevo, ya que eso lo deberán decidir los grupos y él estará a lo que diga la mayoría.

En cualquier caso, en su opinión, el nivel competencial de Galicia en la actualidad "está bien" ya que las transferencias "más importantes están hechas", "las fundamentales, las que marcan la esencia de un pueblo están hechas: educación, sanidad, política social.... Tenemos un nivel de transferencias bastante adecuado".

Reconoce que no aspira a ninguna otra responsabilidad política y afirma que nunca esperó ser presidente del Parlamento, ya que con haber sido presidente de la comisión de Sanidad esta aspiración política estaba satisfecha.

Indica que, si no hay causa de enfermedad mediante, se ve en el puesto hasta el final de la legislatura, aunque señala que "tres años en política son una barbaridad" y pueden pasar muchas cosas, como ocurre con el futuro del presidente gallego.

Según Santalices, a pesar de que Alberto Núñez Feijóo ha dicho que no va a continuar tras esta legislatura, "a lo mejor sigue, ¿por qué no?", ya que "las circunstancias van cambiando".

"Es un hombre joven aún, con una importante gestión y una cabeza muy bien amueblada. Veremos lo que da de sí", concluye.

Te puede interesar