Miles de personas salen a la calle en Viveiro para pedir un "futuro para A Mariña"

Una multitud se manifestó en Viveiro contra la amenaza de cierre sobre la fábrica de Alcoa y la planta de Vestas, ambas en A Mariña

Miles de personas respondieron este domingo a la convocatoria conjunta formulada por los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y CIG para reclamar por parte de las administraciones, tanto de la Xunta de Galicia como del Gobierno central, soluciones que permitan solventar la amenaza de cierre que se cierne sobre la fábrica de aluminio primario de Alcoa, en San Cibrao, y sobre la planta de Vestas, en Viveiro.

Bajo el lema “Futuro para A Mariña”, una multitud de gente partía a mediodía de la sede de la Cruz Roja en Viveiro, junto al puente de A Misericordia, para reclamar medidas que permitan ponerle fin a la crisis industrial que está atravesando la comarca, con graves consecuencias laborales, sociales y económicas para todos los municipios mariñanos.

Entre los miles de personas que participaron en la manifestación marchaban los trabajadores de Vestas y de Alcoa San Cibrao, muchos vestidos con su ropa de trabajo y cascos de seguridad, y cientos de vecinos de la comarca, que portaban pancartas con lemas como “A Mariña, ni industria ni futuro”, “A Mariña se salva luchando” o por “Un futuro para A Mariña”.

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Los manifestantes también portaban la representación de un aerogenerador y de un lote de “tochos” de aluminio, para hacer todavía más presente la complicada situación de Alcoa, donde el comité de empresa mantiene la huelga indefinida para reclamar una salida que garantice la producción y los puestos de trabajo, y de Vestas, después de que la multinacional anunciase el cierre de la factoría de Chavín a finales de año.

La convocatorio formulada de forma conjunta por los tres sindicatos mayoritarios recibió en los últimos días el apoyo de prácticamente todos ayuntamientos de la comarca, de numerosos colectivos sociales, de las asociaciones de comerciantes y de los diferentes partidos políticos, cuyos representantes también se sumaron a la manifestación.

Por parte del Partido Popular, su presidenta Elena Candia, acompañada por alcaldes y otros miembros de la formación política, reclamó que el “Gobierno, presidido por el socialista Pedro Sánchez deje de boicotear esta comarca y cumpla los compromisos adquiridos”, porque es necesario “un cambio en la política energética” para “ponerle freno al desmantelamiento industrial de la comarca”.

En la misma línea, Candia dijo que es “determinante que la SEPI tome partido para el mantenimiento de la industria en A Mariña”, de forma concreta para facilitar la continuidad de la producción y de los empleos en la fábrica de aluminio primario de San Cibrao.

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La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, afirmó que esta manifestación es una llamada de “S.O.S” por parte de la sociedad mariñana para que las administraciones no permitan el cierre de dos empresas tan importantes para la comarca como son Alcoa y Vestas.

Desde su punto de vista, “el Gobierno y la Xunta son los responsables de la pérdida de empleo empleo industrial”, una situación que “les está robando el futuro” a los ciudadanos de la comarca.

Dijo, además, que “hay soluciones”, porque en el caso de Alcoa es necesaria “una intervención pública” de la factoría para garantizar el mantenimiento de la producción y de los puestos de trabajo, mientras que en el caso de Vestas, se podría evitar “la deslocalización” de las empresas eólicas si se vinculase la concesión de parques a la fabricación de los componentes de los mismos en Galicia.

Por su parte, el Partido Socialista, cuyos representantes también se sumaron a la manifestación, reclamó un “plan de industrialización de la comarca”, así como potenciar “el turismo, apoyar al pequeño comercio y a los autónomos, y al sector de la hostelería”, con el objetivo de “frenar la sangría económica y laboral en la comarca de A Mariña”.

“En la comarca de A Mariña estamos viviendo una situación muy complicada y muy crítica en lo relativo al cierre de empresas, precarización del empleo, recortes sanitarios o reducción de docentes en la educación pública”, dicen los socialistas, además de sufrir unas “infraestructuras insuficientes” en la comarca.

En cuanto al proceso de consultas del ERE que Vestas pretende aplicar sobre la totalidad de la plantilla, formada por 115 trabajadores, aunque la multinacional asegura que está dispuesta a recolocar a sus empleados en otros centros de trabajo, el comité opina que esas “recolocaciones” que ofrece la compañía “por España adelante” no son más que “promesas sin fundamento”, carentes “de base”, para que los trabajadores firmen “el despido de buen grado”.

En la tercera reunión de ese proceso de consultas, que tuvo lugar esta semana, volvió a quedar claro, según el comité, que “la empresa solo quiere cumplir etapas del proceso”, para atenerse a la ley, y mantener su hoja de ruta, que pasa por cerrar la fábrica y dejar A Mariña “sin otra empresa”.

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El comité tiene “claro” que debe “continuar exigiendo que se busque una solución para el mantenimiento de la totalidad de los puestos de trabajo y así se lo” hizo saber a la empresa, tanto en las reuniones que mantuvo con la dirección, en el proceso de consultas y en la mesa industrial convocada por la Xunta, como en la carta que Alejandro Paleo entregó en la sede de la multinacional en Dinamarca, después de pedalear 2.800 kilómetros.

“Nosotros queremos que se paren a negociar de verdad, sin el ERE corriendo”, precisó el comité, porque “lo único que avanza sin parar es el reloj y cada vez queda menos” para la aplicación de ese expediente, dado que el período de consultas finaliza el día 28.

Por su parte, el comité de empresa de Alcoa pide que el Gobierno pase “de las palabras” a los “hechos” y que la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se haga cargo de la negociación, “como ya hizo en septiembre del año pasado, porque durante los cinco días que estuvo al mando se avanzó en el proceso de venta”, dijo su presidente, José Antonio Zan.

Los trabajadores piden que se “cumpla con lo prometido” y con el mandato del Congreso y del Parlamento de Galicia, de modo que el Gobierno, a través de la SEPI, realice una intervención temporal de la fábrica para facilitar la venda a un inversor industrial con un plan de futuro para la factoría, que garantice la producción de aluminio en San Cibrao y los puestos de trabajo. 

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