Coordinador de la Dirección General de Tráfico en Galicia

Pedro Pastor del Castillo: ‘La carretera no da segundas oportunidades, hay que respetar las normas e ir por delante’

‘Control, educación, concienciación y sentido común’. Esta es la receta de Pedro Pastor del Castillo, coordinador de la DGT en Galicia, para acabar con la siniestralidad viaria.
Es un apasionado de las motos y ‘también de los coches’. En la carretera encuentra buenas sensaciones, pero también motivos de preocupación. Pedro Pastor del Castillo (Madrid, 1956) lleva dos años y medio como coordinador de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Galicia. Cambió Las Palmas por A Coruña dispuesto a descubrir la ‘idiosincrasia’ gallega e intentar rebajar las elevadas tasas de siniestralidad. Su receta es sencilla: control, educación, concienciación y sentido común. Es un tratamiento a largo plazo y los resultados pueden tardar años en llegar, pero la realidad ha descubierto un cambio de tendencia en los últimos meses. Aunque las estadísticas sean favorables, en seguridad vial no se puede bajar la guardia.

Tráfico ha anunciado nuevas medidas para este año y confía en la eficacia del nuevo reglamento de procedimiento sancionador, cuyo proyecto están estudian las Cortes. ¿Cuáles son las principales novedades?

Forma parte de un plan más amplio que se divide en varias fases: la primera fue la implantación del carné por puntos, la segunda se materializó en la reforma del Código Penal y la tercera será esta reforma del reglamento de procedimiento sancionador.

¿Por qué es necesaria la reforma?

Tenemos un procedimiento muy garantista que en estos momentos no cumple todos los objetivos, especialmente en lo que se refiere al ámbito educativo. Transcurre demasiado tiempo entre la comisión de la infracción y la sanción, y se distorsiona en muchos casos la relación causa-efecto. Esto nos obliga a adaptar el procedimiento a los nuevos tiempos.

¿Implica una reducción de la burocracia?

Además de agilizar plazos, hay otros cambios importantes y se introducen nuevas sanciones: se penaliza el uso de navegadores en marcha, multaremos a quienes intenten ocultar las placas de matrículas (tapándolas con pañuelos, rociándolas con diversas sustancias o llevándolas sucias intencionadamente) y se castigará el uso o la instalación de sistemas antirradares. Habrá multa para el propietario del vehículo y para el instalador. Hasta ahora era una infracción grave sancionada con 150 euros, ahora la multa será de 6.000 euros y la retirada del carné por tres meses.

Se han anunciado también medidas para agilizar la tramitación y notificación de sanciones. Quienes así lo manifiesten, ya pueden recibir la comunicación de una multa en su correo electrónico o en su teléfono móvil. ¿Habrá otras medidas complementarias?

La notificación de sanciones vía sms o correo electrónico es un paso importante; los conductores que deseen recibir este servicio, pueden solicitarlo ya en la web del Ministerio de Administraciones Públicas. La otra gran novedad será la implantación del tablón digital de sanciones de tráfico. Cuando la notificación en el domicilio no es posible, se publica en los boletines oficiales; es un documento que la mayoría de los ciudadanos no lee y, para buscar una mayor accesibilidad, en el futuro se publicarán las sanciones en un tablón digital; además de las impuestas por los agentes de Tráfico, también se colgarán las sanciones de las policías autonómicas y las locales.

Usted que tanto disfruta sobre una moto, ¿qué espera del Plan Estratégico de Motocicletas?

Que se reduzca la siniestralidad. Sobre una moto, el chasis es el cuerpo del piloto y los accidentes se saldan con heridas graves o muertes. El año 2007 fue tráfico y, tras el ‘boom’ de ventas, aumentó la siniestralidad; había que tomar medidas y modificar las pruebas de acceso en consonancia con lo que ocurre en el resto de Europa. Aumentamos la exigencia para garantizar un mayor dominio de moto y establecemos procesos intermedios para que el conductor vaya accediendo a vehículos de mayor cilindrada con experiencia. Aprender con una moto de 200 caballos es imposible.

La solución podría pasar por la construcción de circuitos.

Yo soy partidario de que se haga uno en Galicia. En muchos países europeos se han habilitado estos espacios para ‘amateurs’ y los resultados son positivos. Al margen de esta medida, hay que avanzar en la educación y concienciación de los conductores de motos y otros vehículos; en la mayoría de los accidentes hay algún turismo implicado, es necesario mejorar la convivencia. También están previstas otras medidas: mejoras en infraestructuras, actuar en lugares de concentración de accidentes y castigar conductas de riesgo como circular sin casco o tratar de tapar las placas de matrícula con un pañuelo.

Además de los motoristas, los peatones también son muy vulnerables. ¿No toman las precauciones necesarias?

El año pasado descendieron las muertes por atropello más de un 40%, pero es cierto que en este año ya llevamos cinco peatones fallecidos. Debemos saber que, como peatones, estamos sujetos a la ley de seguridad vial; nueve de cada diez atropellos se producen fuera de los pasos habilitados y, por tanto, no siempre se toman las medidas de protección adecuadas.

En asuntos tan elementales está el origen de muchas tragedias. La mitad de los muertos en el mes de enero no llevaba puesto el cinturón de seguridad. ¿Qué ocurre?

Es difícilmente explicable. En nuestros informes habíamos dejado de reseñar el hecho de que el conductor llevase el cinturón puesto.

¿Qué se puede hacer?

Educación y formación, la solución pasa por esto. Hay que conseguir que los ciudadanos asuman actitudes seguras y respecten las normas. En la carretera no hay segundas oportunidades; tenemos que ir por delante. Es importante trabajar con los conductores del futuro y esperamos que las campañas que ahora desarrollamos en el colegio ofrezcan resultados con el paso de los años. Los niños son esponjas que absorben todo. La educación vial no debe olvidarse de los conductores veteranos e insistir en el cumplimiento de la normativa vigente. Realizamos campañas periódicas para concienciar de la importancia del cinturón, los riesgos del alcohol o el peligro de los excesos de velocidad. Son iniciativas para concienciar, sin afán recaudatorio.

Esa etiqueta de recaudadores acompaña a los agentes de Tráfico y parece que nunca podrán desprenderse de ella.

Me encantaría que todos los conductores se confabulasen para cumplir con las normas y no pudiésemos poner ninguna sanción. Más del 90% de los accidentes vienen precedidos de una infracción; el coste de los accidentes es mucho mayor de los que podamos recaudar por multas. La sanción es lo menos malo que le puede pasar a quien conduce incumpliendo las normas.


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