El ingeniero naval Tony Bowman vinculó ayer el accidente que sufrió el 'Prestige' en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas al impacto de una ola 'excepcional' que supuestamente dañó la estructura del buque.
Además, Bowman, propuesto como perito por la empresa propietaria del petrolero, Mare Shipping, y la defensa del capitán, Apostolos Mangouras, desvinculó el estado del 'Prestige' del accidente y aseguró que 'no hubo ningún tipo de negligencia en el mantenimiento del barco' como demuestra que 'contaba con todos los certificados en vigor' en el momento del siniestro.
Bowman, fundador de la empresa TCM Consultants, especializada en la investigación de siniestros marítimos, compareció ayer como perito ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el accidente del petrolero 'Prestige' en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas.
Asimismo, defendió la tesis de que tras la ola gigante que alcanzó al barco a primera hora de la tarde del 13 de noviembre de 2002 la resistencia de la estructura del casco del buque se mantuvo en un 80/90 por ciento, por lo que hubiera sido posible llevarlo a un zona de abrigo.
Bowman manifestó que el impacto de la ola 'excepcional' afectó al costado de estribor y fue lo que provocó el fallo de las bulárcamas (refuerzos) superiores del tanque numero 3
También destacó que al salir de un astillero chino en el año 2001 el 'Prestige' había completado las reparaciones bajo la supervisión de ABS, que lo que había certificado como apto para cumplir el servicio durante los cinco años siguientes.
Por último, el ingeniero naval Tony Bowman aseguró que las pruebas realizadas en el pecio del petrolero indicaban que su estructura se encontraba en estado satisfactorio y que dejado sin abrigo en el atlántico norte se partiría 'irremediablemente'.
Por su parte, el ministerio Fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' indemnizaciones por los daños causados que suman 4.442 millones de euros.
Bowman, fundador de la empresa TCM Consultants, especializada en la investigación de siniestros marítimos, compareció ayer como perito ante el tribunal de la Audiencia Provincial de A Coruña que juzga los daños medioambientales causados por el accidente del petrolero 'Prestige' en noviembre de 2002 frente a las costas gallegas.
Asimismo, defendió la tesis de que tras la ola gigante que alcanzó al barco a primera hora de la tarde del 13 de noviembre de 2002 la resistencia de la estructura del casco del buque se mantuvo en un 80/90 por ciento, por lo que hubiera sido posible llevarlo a un zona de abrigo.
Bowman manifestó que el impacto de la ola 'excepcional' afectó al costado de estribor y fue lo que provocó el fallo de las bulárcamas (refuerzos) superiores del tanque numero 3
También destacó que al salir de un astillero chino en el año 2001 el 'Prestige' había completado las reparaciones bajo la supervisión de ABS, que lo que había certificado como apto para cumplir el servicio durante los cinco años siguientes.
Por último, el ingeniero naval Tony Bowman aseguró que las pruebas realizadas en el pecio del petrolero indicaban que su estructura se encontraba en estado satisfactorio y que dejado sin abrigo en el atlántico norte se partiría 'irremediablemente'.
Por su parte, el ministerio Fiscal reclama por la 'marea negra' provocada por el hundimiento del 'Prestige' indemnizaciones por los daños causados que suman 4.442 millones de euros.
