Creen que el vertido, de optar por este puerto refugio, quedaría 'en gran parte' en esta ensenada
Los autores de un estudio sobre la evolución del accidente del 'Prestige', contratados por la Administración española y que realizaron su informe con un simulador, han manifestado, en el juicio que se celebra por la catástrofe marítima, que la probabilidad de llevar 'con éxito' el buque a la Ría de Corcubión (A Coruña) era 'muy baja'.
El juicio ha proseguido este jueves con la declaración, como peritos aportados por el Estado, del ingeniero naval José Ramón Iribarren Alonso y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Ignacio Berenger Pérez, pertenecientes a la sociedad Siport XXI y autores del informe 'Redacción de escenarios alternativos en caso de accidentes marítimos en el noroeste peninsular'.
Estos peritos, que analizaron la evolución del accidente, han manifestado que la posibilidad de llevar el buque a la Ría de Corcubión -una de las alternativas planteadas por algunas de las partes personadas frente al alejamiento del barco que decidió el Gobierno español- hubiese sido una maniobra 'de gran complejidad' y con una probabilidad 'muy baja' de conseguirse 'con éxito'.
UNA OPERACIÓN DE '18 Y 20 HORAS'
'Tenía que haber funcionado todo de forma perfecta', ha señalado José Ramón Iribarren, tras asegurar que hubieran sido necesarios 'entre tres y cuatro remolcadores' para girar el barco rumbo Sur. Además, ha precisado que, según sus simulaciones, el barco hubiera tardado 'entre 18 y 20 horas' en llegar a la ensenada de Corcubión. 'Si todo sale perfectamente', ha apostillado.
Así, ha descartado que el barco hubiese podido llegar 'en cinco o seis horas' a Corcubión, según ha mantenido en sus preguntas el abogado de Nunca Máis, Pedro Trepat, quien ha centrado también su interrogatorio en el hecho de que en 2005 su empresa hubiese elaborado para la Xunta un informe sobre puertos refugio en el que se incluía Corcubión para la entrada de un buque en 'condiciones medias o duras'.
Mientras, tanto el abogado que representa al capitán del 'Prestige' como el de la propietaria del buque, Mare Shiping, han denunciado la existencia de 'contradicciones' entre el informe y el escenario real el día del accidente, el 13 de noviembre de 2002.
En concreto, Soroa ha sostenido que, a partir del 15 de noviembre de 2002, -cuatro días antes del hundimiento del barco- el buque navegó con un solo remolcador. Mientras, el letrado de 'Mare Shipping' ha cuestionado que no fuese posible llevarlo a un puerto refugio 'cuando el barco recorrió más de 200 millas en seis días', ha planteado.
VERTIDOS
En el estudio, se analizó también qué hubiera ocurrido con los vertidos en función de la decisión adoptada con el buque 'para determinar qué zonas se hubiesen visto afectadas', ha precisado Ignacio Berenger sobre la simulación que efectuaron.
Este experto ha subrayado que el haberlo llevado a la Ría de Corcubión no hubiese significado que el fuel quedase concentrado en ella. 'Gran parte de él se quedaría en la ría, pero no quita que pueda salir de la propia ría y dirigirse a otra', ha manifestado.
Sobre las barreras anticontaminación, ha dicho que podrían haber funcionado 'más o menos bien', pero ha remarcado que son para manchas 'de menor densidad'.
También ha incidido en que las consecuencias de un vertido como el del 'Prestige' en la Ría de Corcubión hubiera dañado 'una zona de especial protección ambiental' y ha añadido que, dependiendo de las condiciones del viento y de las mareas, el vertido hubiera llegado a otras zonas.
El juicio ha proseguido este jueves con la declaración, como peritos aportados por el Estado, del ingeniero naval José Ramón Iribarren Alonso y el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Ignacio Berenger Pérez, pertenecientes a la sociedad Siport XXI y autores del informe 'Redacción de escenarios alternativos en caso de accidentes marítimos en el noroeste peninsular'.
Estos peritos, que analizaron la evolución del accidente, han manifestado que la posibilidad de llevar el buque a la Ría de Corcubión -una de las alternativas planteadas por algunas de las partes personadas frente al alejamiento del barco que decidió el Gobierno español- hubiese sido una maniobra 'de gran complejidad' y con una probabilidad 'muy baja' de conseguirse 'con éxito'.
UNA OPERACIÓN DE '18 Y 20 HORAS'
'Tenía que haber funcionado todo de forma perfecta', ha señalado José Ramón Iribarren, tras asegurar que hubieran sido necesarios 'entre tres y cuatro remolcadores' para girar el barco rumbo Sur. Además, ha precisado que, según sus simulaciones, el barco hubiera tardado 'entre 18 y 20 horas' en llegar a la ensenada de Corcubión. 'Si todo sale perfectamente', ha apostillado.
Así, ha descartado que el barco hubiese podido llegar 'en cinco o seis horas' a Corcubión, según ha mantenido en sus preguntas el abogado de Nunca Máis, Pedro Trepat, quien ha centrado también su interrogatorio en el hecho de que en 2005 su empresa hubiese elaborado para la Xunta un informe sobre puertos refugio en el que se incluía Corcubión para la entrada de un buque en 'condiciones medias o duras'.
Mientras, tanto el abogado que representa al capitán del 'Prestige' como el de la propietaria del buque, Mare Shiping, han denunciado la existencia de 'contradicciones' entre el informe y el escenario real el día del accidente, el 13 de noviembre de 2002.
En concreto, Soroa ha sostenido que, a partir del 15 de noviembre de 2002, -cuatro días antes del hundimiento del barco- el buque navegó con un solo remolcador. Mientras, el letrado de 'Mare Shipping' ha cuestionado que no fuese posible llevarlo a un puerto refugio 'cuando el barco recorrió más de 200 millas en seis días', ha planteado.
VERTIDOS
En el estudio, se analizó también qué hubiera ocurrido con los vertidos en función de la decisión adoptada con el buque 'para determinar qué zonas se hubiesen visto afectadas', ha precisado Ignacio Berenger sobre la simulación que efectuaron.
Este experto ha subrayado que el haberlo llevado a la Ría de Corcubión no hubiese significado que el fuel quedase concentrado en ella. 'Gran parte de él se quedaría en la ría, pero no quita que pueda salir de la propia ría y dirigirse a otra', ha manifestado.
Sobre las barreras anticontaminación, ha dicho que podrían haber funcionado 'más o menos bien', pero ha remarcado que son para manchas 'de menor densidad'.
También ha incidido en que las consecuencias de un vertido como el del 'Prestige' en la Ría de Corcubión hubiera dañado 'una zona de especial protección ambiental' y ha añadido que, dependiendo de las condiciones del viento y de las mareas, el vertido hubiera llegado a otras zonas.
