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Las pirotécnicas agravan su crisis: de 40 empresas sólo quedan 14

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photo_camera Espectáculo pirotécnico en las fiestas de Bouzas.
La crisis, el menor número de comisiones y la burocracia agravan su debilitada situación

"No estamos como para tirar cohetes", afirma Argimiro Alborés, presidente de la Asociación Gallega de Industrias Pirotécnicas, con cierta ironía. A pesar de que con la llegada del verano, la geografía gallega se inunda de fiestas populares, la crisis económica y el incremento de los trámites burocráticos ahogan a un sector que ve como las comisiones de fiestas prescinden de sus servicios de antaño, reduciendo la inversión en fuegos artificiales. "Hace ocho años tomé la presidencia y había más de 40 empresas pirotécnicas en Galicia. Ya solo quedamos 14", cuenta Alborés. Su empresa, con una marcada tradición familiar –es la tercera generación de Pirotécnica Argimiro Alborés, situada en la parroquia de Parada (Nigrán)– se ha ido adaptando a los tiempos, siendo una de las más reconocidas en el sur de la provincia. 

En el sur de la provincia, el número de pirotecnias que sobreviven se cuentan con los dedos de una mano y el panorama futuro es desolador: "Hay parte de nuestros productos que tradicionalmente los adquirían las comisiones y ellos mismos los utilizaban en las fiestas. La pirotecnia parece que asusta y nos encontramos con la obligación de enviar a nuestros trabajadores para realizar los disparos. Luego está la tendencia a reducir los espectáculos pirotécnicos a algo más modesto".


Las consecuencias de Paramos


El presidente de la Asociación Galega de Industrias Pirotécnicas y actual propietario de Argimiro Alborés cuenta que el accidente ocurrido en mayo de 2018 en Paramos (Tui) fue un nuevo mazazo para los profesionales del sector. A pesar de los anteriores indicentes de este tipo de industrias, la explosión en un almacén clandestino de Pirotécnica La Gallega conmocionó a la población y generó "cierta sensación de miedo a lo largo del último año por parte de las comisiones de fiestas". 

Alborés, un habitual en las fiestas populares de la comarca del Val Miñor, señala que todavía hoy existe cierto reparo ante la contratación de espectáculos de fuegos artificiales a pesar del férreo control al que se somenten este tipo de empresas por las administraciones. Precisamente, esta última semana, en las Fiestas del Carmen de Baiona, que tradicionalmente contaban con una tirada de fuegos la noche del sábado desde el puerto deportivo del municipio, este mismo año solamente contó con "bombas de ruído", aquellas que se utilizan para anunciar el comienzo de los festejos en los días que duran las celebraciones.

"Siempre tuvimos controles, tanto para la venta como para el almacenaje. Es un trabajo que requiere un extra de seguridad, pero la sensación es que ahora –desde que tuvo lugar la explosión del almacén en Paramos– son más meticulosos en los controles. El accidente fue un error concreto de una pirotécnica que no actuó correctamente. El resto de empresas seguimos las normativas vigentes y pasando las evaluaciones que realiza la Guardia Civil", asegura el presidente de los pirotécnicos de Galicia. En su caso, desde la irrupción de la crisis estima que se redujeron las ventas en torno a un "40-50 por ciento", obligándoles a "dar el mejor servicio aunque baje el presupuesto".

Las lluvias –como en la Festa da Ostra de Arcade este mismo año– o las altas temperaturas con amenaza de incendio, son otros condicionantes que ponen trabas en su trabajo: "Tenemos todo preparado y el mismo día nos pueden obligar a cancelar la tirada. Ese gasto previo no lo amortizamos porque las comisiones no llegan a pagarte", indica. También las últimas elecciones municipales o la falta de previsión de algunas comisioens de fiestas fueron determinantes para que el inicio de la temporada estival las pirotécnicas llegasen "con el tiempo justo o incluso fuera de fecha" para presentar los documentos necesarios para las tiradas de fuegos. "Hay menos beneficio que antes por cada fiesta, pero tenemos que seguir aguantando. Es un pensamiento generalizado entre los profesionales del sector. Debemos dar lo mejor que tenemos".

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