Los agentes ya detuvieron este año a 140 personas por fuegos que quemaron 15.000 héctareas

La policía rastrea el monte 'con lupa' en busca de incendiarios

Dos policías investigan sobre el terreno el origen de un incendio en Ames. (Foto: XXXX)
Las fuerzas de seguridad peinan el monte gallego 'hasta con lupa' para esclarecer la autoría de los incendios forestales, que en lo que va de año han devastado quince mil hectáreas forestales en Galicia y unas 140 personas han sido detenidas por su presunta autoría de los fuegos. No se trata de una metáfora. En el maletín con los utensilios que la Policía y la Guardia Civil emplean estos complicados días para investigar el fuego sobre el territorio figuran lupas con las que los investigadores escudriñan cada palmo de terreno en la búsqueda de los autores de esta lacra.
El pasado fin de semana, los fuegos arrasaron el Monte Pindo, un espacio de gran valor ecológico, o las también singulares tierras de A Fonsagrada, reserva de la biosfera, unos fuegos que figuran entre los miles de hectáreas calcinadas en estos días de calor. A mediodía de ayer, mandos de la Policía y la Guardia Civil explicaron a la prensa, ante el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda; la titular de Medio Rural, Rosa Quintana, y el delegado del Gobierno, Samuel Juárez, aspectos de sus investigaciones para detener a los autores de los fuegos, en su práctica mayoría provocados, según la Xunta.

Claudio Amboage, suboficial de la Policía autonómica, un cuerpo que cuenta con 270 agentes dedicados a la lucha contra los incendios, 50 de ellos centrados en la investigación, explicó los trabajos para dar con el autor de un incendio registrado en las inmediaciones de un centro educativo de Ames que tuvo lugar en la madrugada del día 11 y que quemó más de 20 hectáreas.


PRIMEROS TRABAJOS

Lo primero en sus indagaciones es comprobar dónde comenzó el fuego, apuntó mientras señalaba una zona acordonada en la que se buscará minuciosamente qué mecanismo se empleó para prender fuego, si fue 'de efecto retardado' o si un simple mechero o una cerilla.

Mientras, el teniente de la policía judicial de la Guardia Civil Jesús Ponte manifestó que el delito de incendio tiene la peculiaridad de que las evidencias de la presencia del autor en la escena desaparecen con el fuego, lo que dificulta 'enormemente' la labor del investigador. Por ello, apuntó la valía de las pruebas testificales, de alguien que haya podido ver a una persona en las inmediaciones del fuego, ante lo que apostó por una labor de concienciación para que la ciudadanía pueda aportar cuantos más datos sea posible para llegar al incendiario.

'Es cierto que trabajamos con indicios que dificultan a veces la posible condena' en un juicio, aunque las motivaciones del posible autor de un fuego forestal requieren una investigación de la persona que ha sido detenida.'Hay muchas motivaciones' en los incendios, subrayó Ponte, para quien 'toda colaboración ciudadana es poca' en la persecución de los incendiarios.

A última hora de ayer se mantenía activo pero controlado un incendio en la parroquia de Malvas, en el municipio pontevedrés de Tui, que se declaró por la tarde en siete focos diferentes y en cuya extinción trabajaron seis agentes forestales, 15 brigadas, 9 motobombas, 2 palas, así como 9 helicópteros y 10 aviones, tras haber quemado unas 20 hectáreas.

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