La futura ley de Inclusión Social, que modificará la Renta de Integración Social de Galicia (Risga), comenzó ayer su tramitación parlamentaria tras salvar la petición de devolución que hicieron socialistas y nacionalistas. La Risga pasará a llamarse Renta de Inclusión Social y permitirá, por primera vez, compatibilizar esta percepción con otra.
Los grupos de la oposición calificaron de 'pantomima' y 'timo' el texto presentado por la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, quien defendió el 'compromiso irrenunciable' de su Gobierno por la 'inclusión social' y puso como prueba los '30 millones' que se están dedicando en 2012 a esta área y aseguró que la ley nacerá con un presupuesto de 99,8 millones de euros entre 2012 a 2014. La oposición le reprochó la desaparición de varios programas sociales.