El coronel Machado, responsable en Viana do Castelo de la Guardia Nacional Republicana (GNR), cuerpo equivalente a la Guardia Civil de Tráfico en España, avisó el pasado jueves que su misión 'es multar a los infractores, no a españoles o portugueses, sin distinciones'. Así lo dijo, a preguntas de los medios de comunicación, tras una reunión que mantuvo en la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra con representantes de las administraciones españolas para coordinar acciones en ambos lados de la frontera en materia de circulación.
El asunto del peaje en la autovía Viana-Oporto, la misma que enlaza con la Viana-Valença-Vigo, estaba encima de la mesa tras las instrucciones recibidas por parte del Gobierno portugués de hacer cumplir el pago y en su caso, detener a los infractores y sancionarlos. Hace un año que se puso en marcha el extraño y complejo sistema en las autovías del norte de Portugal, pero hasta ahora los coches con matrícula española podían seguir circulando sin aparente peligro de ser detenidos y multados. Ahora no.
El propio responsable de la GNR reconoció ante el subdelegado de la provincia, el vigués Delfín Fernández, que su objetivo es hacer cumplir la ley y esto afecta a los automovilistas sean portugueses o españoles. Con todo, y pese a las reiteradas advertencias, no consta hasta la fecha ninguna sanción a particulares.
El país vecino mantiene que los viajeros pueden adquirir con facilidad el documento para afrontar el peaje en oficinas de Correos o en gasolineras, válidos para un día o una semana o un dispositivo para circular de forma habitual. Los empresarios señalan la caída del 30% del tráfico tras imponerse el peaje.
Desde que el Gobierno luso introdujo nuevos peajes en tres de sus autovías, los datos del primer semestre de 2011 reflejan una disminución de entre un 26 y un 46 por ciento del tráfico en esas vías. Pero la grave crisis económica del país ha llevado al Ejecutivo a descartar la retirada de esta medida.
El propio responsable de la GNR reconoció ante el subdelegado de la provincia, el vigués Delfín Fernández, que su objetivo es hacer cumplir la ley y esto afecta a los automovilistas sean portugueses o españoles. Con todo, y pese a las reiteradas advertencias, no consta hasta la fecha ninguna sanción a particulares.
El país vecino mantiene que los viajeros pueden adquirir con facilidad el documento para afrontar el peaje en oficinas de Correos o en gasolineras, válidos para un día o una semana o un dispositivo para circular de forma habitual. Los empresarios señalan la caída del 30% del tráfico tras imponerse el peaje.
Desde que el Gobierno luso introdujo nuevos peajes en tres de sus autovías, los datos del primer semestre de 2011 reflejan una disminución de entre un 26 y un 46 por ciento del tráfico en esas vías. Pero la grave crisis económica del país ha llevado al Ejecutivo a descartar la retirada de esta medida.
