Prisión para “O Chioleiro” por el crimen de la maleta en Vigo

José Manuel Durán, durante el juicio por el crimen de Alicia Rey, en 2006 en la Audiencia provincial de Pontevedra (foto: Diario de Pontevedra)
photo_camera José Manuel Durán, durante el juicio por el crimen de Alicia Rey, en 2006 en la Audiencia provincial de Pontevedra (foto: Diario de Pontevedra)
José Durán, de 66 años, "O Chioleiro", y con dos muertes a sus espaldas, localizado y detenido en la estación de Pontevedra

El presunto autor del crimen de una mujer cuyo cadáver fue encontrado en una maleta en la calle Espedrigada ya tiene nombre y apellidos. Se trata de José Manuel Durán González, de 66 años, conocido como “O Chioleiro”, un vecino del municipio de A Lama, condenado por dos asesinatos, el de su abuela en 1988 y el de una amiga en 2004. El conocido delincuente pudo ser localizado por la Policía y detenido el jueves cuando se encontraba en la estación de Pontevedra, tras huir de Vigo.

Ayer,  tras ser interrogado en Comisaría, el Juzgado de Instrucción 4 de Vigo, en funciones de guardia, decretaba su ingreso en prisión comunicada y sin fianza, investigado por un presunto delito de homicidio o asesinato, confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

O Chioleiro había sido identificado como la pareja de la posible víctima, con la que alquiló una habitación en el quinto piso del número 83 de la avenida de Fragoso  el pasado verano.  Fue en agosto, cuando a ella se le perdió la pista.  Su novio habría comentado entonces a en el barrio que se fue de forma voluntaria, tras una semana de convivencia, mientras él se quedó un par de meses más, haciendo vida normal en el barrio, hasta que dejó el piso, aunque siguió en la ciudad, donde hay testimonios que aseguraban haberlo visto. Sin embargo, el registro de la vivienda en la que estuvo habría precipitado su huida, ampliando la búsqueda policial hasta dar con él en Pontevedra.  En plena estación.

Durán González salió de prisión en febrero de 2023, después de cumplir los 17 años y medio por su último crimen. Residente en el municipio de A Lama,  la orden de alejamiento de la familia de su víctima, vecina del mismo lugar, le impidió volver a su casa, pese a los reiterados intentos vía recurso judicial  y ser detenido incluso por esta razón. Esto le llevó a pasar temporadas en la capital del Lérez y en A Coruña hasta que llegó a Vigo, con pareja, y alquiló una habitación en un piso de Fragoso.

Los agentes le trasladaban directamente a dependencias de López Mora, donde tras ser  interrogado por la desaparición de su pareja, pasó a disposición judicial.  Todo apunta a que la Policía pudo confirmar que la mujer con la que compartía habitación es la misma cuyo cadáver fue encontrado en una maleta, si bien desde el juzgado se informó de que no se aportarían datos sobre su identidad.

Los avisos del vecindario por el mal olor en la vivienda, desde donde se habían llegado arrojar excrementos, activó la alarma. Incluso él  habría adquirido dos garrafas de jabón perfumado para limpiar su habitación ante las quejas por cómo olía su habitación, tal y como comentó en la zona.

La causa podría ser trasladado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer de confirmarse que entre presunto autor y víctima existía una relación sentimental.

Acuchilló hasta la muerte a su abuela de 83 años y a una amiga

Los dos asesinatos por los fue condenado “O Chioleiro” tienen en común el arma utilizada, un cuchillo. A su abuela de 83 años, a la que también violó, la mató de numerosas puñaladas, mientras que a su amiga Alicia Rey de 33 años, le asestó dos, una de ellas mortal  en el pecho, cerca del corazón, y otra en el cuello.  

El cadáver de la abuela lo dejó oculto bajo la paja en en la cuadra donde guardaba los animales. El cuerpo estaba desnudo solo con un jersey subido a la altura del cuello. Por estos hechos, cumplió  condena en el Centro Psiquiátrico Penitenciario de Foncalen, él había dicho en el juicio que una “voz” le ordenó matarla.  En el caso de Alicia Rey, el cadáver lo ocultó en el monte en una especie de canal de agua y le puso tierra encima. Uno de los abogados de la causa recuerda que el haber estado en el agua dificultó el hallazgo de huellas y restos para incriminarlo.  En ambos casos, permaneció en la zona  incluso cuando se encontraron los cuerpos. 

Durante el último juicio, en el que él aseguró ser inocente afirmando que había reconocido el crimen a la Guardia Civil porque le tuvieron sin fumar días. Los forenses ratificaron que  era responsable de sus  actos, que el brote psicótico del pasado se debía a la ingesta masiva de alcohol, una adicción que había dejado al igual que la medicación.

Ahora, regresa a la prisión de nuevo, por el  crimen de la maleta. La víctima recibió una puñalada, junto al corazón, que fue mortal. Su cuerpo estaba oculto en una maleta y desnudo solo con una camiseta subida a la altura del cuello.  El estado de descomposición del cuerpo dificultaba la obtención de muestras biológicas o huellas. No obstante, la investigación, que sigue bajo secreto de sumario, habría conseguido reunir otros indicios que llevarían hasta este sospechoso, incluso antes de que fuera confirmado que la víctima hallada en la maleta es la mujer que compartía habitación con él.

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