El único detenido por la brutal paliza de la madrugada del pasado domingo, D.C.A, declaró esta mañana ante la jueza y fue enviado a prisión de manera provisional por la gravedad de los hechos y porque podría tratarse de un homicidio en grado de tentativa bajo petición de la Fiscalía.
Se trata de un hombre de 33 años, natural de Vigo y conocedor de artes marciales como full contact, que practicó hasta los 20 años. Durante su declaración, negó los hechos y sostuvo que se encontraba en su domicilio, lejos del lugar de los hechos, con su pareja.
La trifulca habría comenzado, según los testimonios de las víctimas, porque estas llamaron la atención a los agresores por orinar en un portal. Una de las víctimas perdió piezas dentales y sufrió un traumatismo cervical y rotura de los huesos nasales.
Cuando el acusado fue detenido, llevaba unas zapatillas similares a las del agresor del vídeo que circuló por redes sociales, por lo que fueron requisadas por la policía científica. Según fuentes de la defensa, se mostró colaborativo en todo momento accediendo voluntariamente a hacerse las pruebas de ADN y permitiendo el acceso a los contenidos de su teléfono móvil porque "no se reconoce en el vídeo".
Un testigo reconoce al acusado como el agresor "sin lugar a dudas" y una de las víctimas lo hace "casi con total seguridad", según fuentes cercanas al caso.
El Fiscal pidió para D.C.A. prisión preventiva por la gravedad de los hechos y por el riesgo de fuga, pues el presunto agresor no tiene arraigo laboral en la ciudad -él aseguró que se dedica a la compraventa de coches-.
