La ausencia de kioscos en las playas viguesas, por el retraso en la concesión de permisos que debe aprobar el Concello, sigue causando problemas. A las quejas de los responsables de estos establecimientos veraniegos, encargados a su vez de instalar los baños públicos, se suman las protestas de los hosteleros. Ya hay consecuencias. El lunes, la cafetería Jonathan, en Samil, decidió cerrar sus puertas tras verse desbordado con el Festival Aéreo. Su propietaria, Karina Fálagan asegura que por culpa del Concello somos utilizados como baño público sin consumir. La situación es insostenible.
La ausencia de servicios públicos en las playas viguesas en plena segunda mitad de julio está teniendo las primeras consecuencias para el sector hostelero. A las pérdidas de los encargados de las concesiones de los kioscos a los que les corresponde instalar los baños públicos y que no abrirán hasta mediados de agosto por el retraso en la concesión del permiso por parte del Concello, se suma la situación que viven los hosteleros situados en las playas, como Samil, que se quejan de ser utilizados como baños y servicios públicos. Es, para algunos, la gota que ha colmado el vaso que se iba llenando a consecuencia de los escasos días de sol y la crisis. La situación llegó a ser insostenible el domingo pasado, con el Festival Aéreo y la presencia de 400.000 personas en Samil. Después de aquello, uno de los establecimientos, la cafetería Jonathan ha decidido cerrar sus puertas. Quince familias se han quedado en la calle por culpa de este Concello, pero es que nos vimos desbordados. La gente hacía cola para entrar en el baño y ninguna consumía. No puedo tener al personal limpiado los lavabos y poniendo vasos de agua porque el Ayuntamiento no haya concedido la autorización para colocar los kioscos con baños públicos, explica la propietaria Karina Fálagan. Según cuenta, no se puede preparar un evento de tales características sin que la playa esté preparada. La gente incluso se llevó mi terraza hacia el pinar para poder ver los aviones y por culpa del horario de Cruz Roja hasta tuvimos que curar picaduras de faneca, lipotimias y atender a multitud de personas. Según Fálagan, es una vergüenza que ocurra esto y no vamos a abrir hasta que el Concello arregle la situación. Los escasos usuarios que ayer se acercaron hasta la playa se mostraban extrañados por la ausencia de los kioscos, hasta once divididos entre Samil, A Fonte, Alcabre, A Coruña y O Vao. Luis López, un madrileño que visita por primera vez Vigo con su familia, aseguraba ayer que desconocía por qué no había kioscos de esas características pero que ellos, por la crisis son de los que prefieren traerlo de casa. Igual que un grupo de vecinos ourensanos que ayer llevaron su comida hasta la playa.
Otros años había kioscos al final de la playa
En la playa de Samil es donde quizá los usuarios han notado menos la no apertura de kioscos frente a los hosteleros, precisamente por las cafeterías y sus chiringuitos. Aún así, en determinadas zonas del arenal se percibe esta ausencia. Salomón, un extranjero afincado en la ciudad, comentaba ayer que otros años había kioscos al final de la playa. Con la crisis, él también es de los que cree que las bebidas es mejor traerlas de casa. Lo mismo opina Alba, vecina de la ciudad, quien confiesa que este año ni pisa las cafeterías del arenal. La crisis es sin duda uno de los factores que más influye a la hora de cambiar los hábitos de los usuarios de la playa. Sin embargo, los arenales son utilizados también para pasear y poder tomar un helado o algo para refrescarse. No poder tener un baño público gratuito al que acudir es mayor problema. En Samil, los bañistas optan por entrara en cafeterías y restaurantes, en el resto de playas que carecen de paseo marítimo, las opciones se reducen. La concejala de Medio Ambiente se ha limitado a contestar que espera que a mediados de agosto el problema esté resuelto, ya que se llevó a junta de gobierno este lunes, pasada la segunda quincena de julio y plenas vacaciones de verano.
Otros años había kioscos al final de la playa
En la playa de Samil es donde quizá los usuarios han notado menos la no apertura de kioscos frente a los hosteleros, precisamente por las cafeterías y sus chiringuitos. Aún así, en determinadas zonas del arenal se percibe esta ausencia. Salomón, un extranjero afincado en la ciudad, comentaba ayer que otros años había kioscos al final de la playa. Con la crisis, él también es de los que cree que las bebidas es mejor traerlas de casa. Lo mismo opina Alba, vecina de la ciudad, quien confiesa que este año ni pisa las cafeterías del arenal. La crisis es sin duda uno de los factores que más influye a la hora de cambiar los hábitos de los usuarios de la playa. Sin embargo, los arenales son utilizados también para pasear y poder tomar un helado o algo para refrescarse. No poder tener un baño público gratuito al que acudir es mayor problema. En Samil, los bañistas optan por entrara en cafeterías y restaurantes, en el resto de playas que carecen de paseo marítimo, las opciones se reducen. La concejala de Medio Ambiente se ha limitado a contestar que espera que a mediados de agosto el problema esté resuelto, ya que se llevó a junta de gobierno este lunes, pasada la segunda quincena de julio y plenas vacaciones de verano.