Remedios S.S., nacida en Galicia y acusada del asesinato de tres ancianas que ella misma atribuyó a otra persona llamada Mari, no tiene patologías psiquiátricas ni padece un trastorno de doble personalidad, han destacado los médicos forenses que la analizaron.
Hay muchas cosas posibles en medicina, pero en este caso es poco probable que, por sus rasgos de personalidad, creara otra persona, ha asegurado una de las psiquiatras que ha testificado hoy en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona.
Los expertos tampoco observaron enfermedad alienante ni psicopatológica evidente, ni transtorno alguno de la personalidad, pese a que Reme presentaba un comportamiento impulsivo y hostil, así como dificultades para autoanalizarse y saber las motivaciones de sus actos.
Reme, de 48 años y nacida en Galicia, se enfrenta a 172 años de prisión por tres asesinatos, seis intentos y siete robos con intimidación cometidos en Barcelona entre el 10 de junio y el 3 de julio de 2006.
En su declaración de ayer, la primera que hacía desde que fue detenida, Reme atribuyó esos hechos a una mujer llamada Mari a la que alquiló una de las habitaciones de su domicilio.
La policía nunca ha encontrado rastro alguno de esta persona y todas las pruebas que se hallaron durante la investigación apuntan a Remedios S.S. como la autora de los crímenes que se le imputan.
En el registro del domicilio de la procesada que se realizó tras su detención se encontraron objetos de prácticamente todas las víctimas a las que presuntamente había atacado y, además, no se hallaron elementos que indicaran que pudiera vivir alguien más en el piso, según ha explicado el responsable de las investigaciones, el inspector de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero.
El inspector ha explicado que el 'modus operandi' se repetía en cada caso y que enseguida las investigaciones se centraron en una mujer que conocía a algunos vecinos de las víctimas, que decía llamarse Mari y que al final resulto ser Remedios S..
Las descripciones aportadas por las víctimas y testimonios de las posteriores agresiones y asesinatos, además de las fotografías extraídas de un cajero y de la estación de Sant Andreu de Barcelona, lograron poner cara a la presunta asesina, que resultó ser Remedios S.S., quien fue finalmente detenida el 4 de julio de 2006.
Hacía tiempo que no trabajaba en un caso con tantas pruebas como este, ha señalado Trapero.
Tras cometer los asaltos a las casas, la imputada no tardaba ni diez minutos en dirigirse en una sala recreativa, según pudo comprobar la policía, por lo que llegó a la conclusión que era una ludópata que asaltaba los domicilios de las ancianas para obtener dinero.
El dueño del bar donde trabajaba Reme ha destacado, no obstante, que era una trabajadora ejemplar y que nunca jugaba a la máquina tragaperras que había en el local.
Los hijos de la acusada, que estaba previsto que declarasen como testigos propuestos por la defensa, han declinado finalmente declarar en el juicio, que mañana celebra su última sesión y quedará visto para sentencia.
Los expertos tampoco observaron enfermedad alienante ni psicopatológica evidente, ni transtorno alguno de la personalidad, pese a que Reme presentaba un comportamiento impulsivo y hostil, así como dificultades para autoanalizarse y saber las motivaciones de sus actos.
Reme, de 48 años y nacida en Galicia, se enfrenta a 172 años de prisión por tres asesinatos, seis intentos y siete robos con intimidación cometidos en Barcelona entre el 10 de junio y el 3 de julio de 2006.
En su declaración de ayer, la primera que hacía desde que fue detenida, Reme atribuyó esos hechos a una mujer llamada Mari a la que alquiló una de las habitaciones de su domicilio.
La policía nunca ha encontrado rastro alguno de esta persona y todas las pruebas que se hallaron durante la investigación apuntan a Remedios S.S. como la autora de los crímenes que se le imputan.
En el registro del domicilio de la procesada que se realizó tras su detención se encontraron objetos de prácticamente todas las víctimas a las que presuntamente había atacado y, además, no se hallaron elementos que indicaran que pudiera vivir alguien más en el piso, según ha explicado el responsable de las investigaciones, el inspector de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero.
El inspector ha explicado que el 'modus operandi' se repetía en cada caso y que enseguida las investigaciones se centraron en una mujer que conocía a algunos vecinos de las víctimas, que decía llamarse Mari y que al final resulto ser Remedios S..
Las descripciones aportadas por las víctimas y testimonios de las posteriores agresiones y asesinatos, además de las fotografías extraídas de un cajero y de la estación de Sant Andreu de Barcelona, lograron poner cara a la presunta asesina, que resultó ser Remedios S.S., quien fue finalmente detenida el 4 de julio de 2006.
Hacía tiempo que no trabajaba en un caso con tantas pruebas como este, ha señalado Trapero.
Tras cometer los asaltos a las casas, la imputada no tardaba ni diez minutos en dirigirse en una sala recreativa, según pudo comprobar la policía, por lo que llegó a la conclusión que era una ludópata que asaltaba los domicilios de las ancianas para obtener dinero.
El dueño del bar donde trabajaba Reme ha destacado, no obstante, que era una trabajadora ejemplar y que nunca jugaba a la máquina tragaperras que había en el local.
Los hijos de la acusada, que estaba previsto que declarasen como testigos propuestos por la defensa, han declinado finalmente declarar en el juicio, que mañana celebra su última sesión y quedará visto para sentencia.
