SOCIEDAD

“Quiero que la gente deje de mirarme como un asesino”

Cándido Piñeiro Pérez, a punto de cumplir los 74 años, espera a que haya sentencia firme.
photo_camera Cándido Piñeiro Pérez, a punto de cumplir los 74 años, espera a que haya sentencia firme.

Un vigués defiende su inocencia tras ser absuelto de agredir a su mujer con un hacha

 

Cándido Piñeiro Pérez está a punto de cumplir 74 años y hace casi tres que asegura estar viviendo una pesadilla tras ser denunciando  y  juzgado por una presunta agresión a su mujer con un hacha, de la que ha sido absuelto.

Ahora, tras la sentencia a su favor del juzgado de lo Penal 1, que todavía no es firme, quiere que “mis vecinos dejen de mirarme como un asesino, yo no hice nada”.

Afirma que todo ocurrió tras 50 años con su mujer y , de Gondomar, y con tres hijos en común. “Nunca le pegué, en mi vida. En ese momento no estábamos muy bien, discutimos por unas reformas en la casa y luego alguien que estaba escondido en el desván la atacó. Ella no vio quién fue pero me acusaron a mi porque llevaba un hacha en la mano con el que había estado cortando un árbol”.

En el fallo judicial, se hace constar que el “hacha que portaba el acusado en la mano y que lo presentó de inicio como inmediato sospechoso está descartada a través de la pericial como instrumento de la agresión”.

Cándido quiere regresar al domicilio familiar en Valladares, pero de momento tienen vigente una orden de alejamiento que le impide regresar por lo que vive en una pensión. “No guardo rencor a mi mujer, y quiero saber quién le atacó, y que acaba esto cuanto antes, porque estuve tres días en un calabozo y todavía me encuentro en arresto domiciliario privado de libertad teniendo que acudir al juzgado todos los jueves”, asegura, mientras confía en que todo se solucione a pesar de que es consciente de que aún no hay un fallo firme.

De una ebanistería a la brigada de Paracaidistas

Este vigués, natural de Valladares,  recuerda que empezó a trabajar con 14 años en una ebanistería y con 20  ingresó en la brigada de Paracaidistas, con la que tuvo varios destinos, desde Cádiz a Las Palmas, Tenerife o el Sáhara. Fue   estando en África cuando hizo un viaje a Vigo y conoció a la que sería su mujer, con la que ha estado 50 años juntos. 

Además de confiar en la justicia y en recuperar su vida, pudiendo regresar a su parroquia, confía en poder reunir a los compañeros de Valladares que fueron ex militares de la brigada. “Sería bonito poder estar juntos de nuevo”, dice.

Según afirma, sería una forma de comenzar de nuevo, “cuando la justicia por fin ratifique mi absolución”. La sentencia de Penal 1 no descartaría que otra persona hubiera entrado a la casa a robar.

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