Fuentes cercanas al caso indican que la conclusión de la investigación 'removerá conciencias'

Un 'razonamiento perverso', hipótesis en el caso de Asunta

Alfonso Basterra, el pasado viernes en la casa familiar de Teo. (Foto: VICENTE PERNÍA)
Un 'razonamiento perverso' es la hipótesis con la que trabajan los investigadores del crimen de Asunta, la menor de 12 años a la que adoptaron cuando aún no tenía uno y que hace casi un mes, el 22 de septiembre, fue hallada muerta por dos viandantes en una pista forestal de Teo, cerca de Santiago.
Fuentes cercanas al caso indican que la conclusión de la exhaustiva investigación 'removerá conciencias', La acusación que pesa sobre Rosario Porto y Alfonso Basterra, los únicos imputados, que negaron los hechos, se elevó de homicidio a asesinato y en el endurecimiento de la calificación pesaron las pruebas forenses -sangre, gástricas y de pelo- al revelar que Asunta era sedada con Lorazepam, un ansiolítico cuyo registro más alto corresponde al día 21, jornada en la que murió la pequeña.

En el mes de julio, también hay significativas concentraciones de este tranquilizante de la familia de los benzodiazepínicos y cuya marca comercial más conocida es Orfidal, un fármaco que se utiliza para tratar estados de ansiedad y siempre bajo prescripción médica.

Ese mes, al inicio del verano, dos profesoras de música de esta menor detectaron en ella un estado de somnolencia, que su familia atribuyó a su condición de alérgica, patología por la que recibía un fuerte tratamiento. La pediatra ha negado este padecimiento en la cría.

Días antes del crimen, Asunta faltó al colegio y a sus clases de ballet, precisamente a consecuencia de las pastillas que debía tomar según argumentó, en estos casos, su propia madre. Son episodios que en su momento nadie entendió como de riesgo y que solamente ahora han cobrado relevancia.


AUTOS DE PRISIÓN

En los respectivos autos de prisión, apelados infructuosamente, el magistrado José Antonio Vázquez Taín, que alude a la 'brillante' exposición del fiscal asignado al caso, Jorge Fernández de Aránguiz, ve 'clara' la presunta participación de la abogada Rosario Porto en la muerte y en el caso del periodista Alfonso Basterra introduce un matiz. 'Ha de considerarse que los indicios apuntan a que el fallecimiento de Asunta se produjo en una sucesión de actos, alguno de los cuales, indiciariamente, se pueden imputar a Alfonso', razona el juez, quien añade que Basterra estaba 'con Asunta en dos incidentes anteriores en los que la menor sufrió también presuntas ingestas de fármacos'.

Sobre la causa sigue vigente el secreto de sumario. Las defensas no han logrado el alzamiento que pretendían y José Luis Gutiérrez Aranguren, el letrado que asiste a Rosario Porto, anunció que recurrirá que el caso se vaya a dirimir por un jurado popular, pese a lo que dicta la ley, al cuestionar la 'imparcialidad'.

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