JUICIO

Resistencia planeó en el 2012 atentar contra el PP de Moaña

Un miembro de la red terrorista gallega se arrepiente del uso de la violencia y reconoce los hechos 

El acusado de Resistencia Galega Xurxo Rodríguez Oliveira mostró ayer en un juicio que se sigue contra él y otro activista de esta organización terrorista su arrepentimiento por haber usado la violencia con fines políticos y reconoció durante la vista oral que los explosivos con los que fue detenido eran para atentar contra el Partido Popular de la localidad pontevedresa de Moaña. La Audiencia Nacional juzgó en la mañana de ayer a Xurxo Rodríguez Oliveira y a Carlos Calvo Varela, para cada uno de cuales el representante de la Fiscalía, Carlos Bautista, pedía inicialmente 17 años de prisión por delitos de integración terrorista y tenencia de explosivos con fines terroristas.

No obstante, al final de la vista el fiscal mantuvo su petición para Carlos Calvo pero rebajó la solicitud de pena para Xurxo Rodríguez a seis años de cárcel y otros tantos de libertad vigilada ante su colaboración activa al reconocer los hechos y su renuncia al uso de la violencia para conseguir los objetivos políticos que persigue. En su informe el fiscal recordó que el Tribunal Supremo concluyó en un auto emitido el pasado mes de abril que Resistencia Galega es una organización terrorista y destacó que es la primera vez que en un juicio en la Audiencia Nacional un acusado reconoce la existencia de esta banda y que su fin es la independencia de Galicia mediante el uso de la violencia.



Versiones divergentes

Carlos Calvo negó su pertenencia a Resistencia Galega y que hubiera entregado explosivos a Xurxo Rodríguez en el parque Castrelos de Vigo el 15 de septiembre de 2012 poco antes de ser detenidos ese día en dicho lugar y aseguró que quedó con él para preparar un reportaje sobre los seguidores del equipo de fútbol Celta de Vigo conocidos como "celtarras" ya que es periodista. Sin embargo, Xurxo Rodríguez aseguró que Carlos Calvo le entregó en el parque los explosivos que llevaba en una mochila y que fueron encontrados por la Policía en el maletero del coche usado ese día por el primero.

Xurxo Rodríguez añadió que entonces llevaba tres meses como militante de Resistencia Galega haciendo uso de la violencia con el fin de conseguir la independencia de Galicia y que les habían dado instrucciones de organizar un grupo. En este sentido confesó que había participado en la vigilancia de la sede del PP de Moaña, que era el objetivo para el que se iban a usar los explosivos.

No obstante, ayer aseguró en la vista que renuncia al uso de la violencia para conseguir objetivos políticos y reconoció que cometió errores porque se sintió presionado, aunque apostilló: "Asumo mi responsabilidad, me arrepiento y pido perdón por los hechos".

Por su parte, Carlos Calvo aseguró que rechaza la violencia y que desconoce incluso la existencia de Resistencia Galega. Explicó que su relación con un profesor de Historia de la Universidad de Santiago y su pareja, detenidos por su supuesta relación con Resistencia Galega, se circunscribía a que eran vecinos y por la relación académica con el primero ya que él estudió en la Facultad de Filosofía donde el primero daba clases.

El Supremo había confirmado el pasado 24 de abril que Resistencia Galega es una organización terrorista con pretensiones de "subvertir el orden constitucional español". La sentencia de la sala de lo Penal confirma los delitos de participación en organización terrorista, cometidos en 2011, para cuatro miembros del colectivo condenados por la Audiencia Nacional.

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