Treinta furanchos y la promesa santa de proteger las gargantas atrajeron un año más a miles de romeros

San Blas, la romería de Vigo

Miles de vigueses, en Bembrive para festejar a San Blas
Con día radiante se celebró ayer en la parroquia de Bembrive la fiesta de San Blas que se consolida como la romería más importante de la ciudad. Miles de romeros procedentes de todo Vigo y del área metropolitana hicieron el recorrido por los treinta furanchos, donde se sirvió vino de la tierra y tapas de cacheira, chorizo y cocido, aunque sólo en dos de ellos se despacharon raciones en la hora del almuerzo.
Con día radiante se celebró ayer en la parroquia de Bembrive la fiesta de San Blas que se consolida como la romería más importante de la ciudad. Miles de romeros procedentes de todo Vigo y del área metropolitana hicieron el recorrido por los treinta furanchos, donde se sirvió vino de la tierra y tapas de cacheira, chorizo y cocido, aunque sólo en dos de ellos se despacharon raciones en la hora del almuerzo. Los restaurantes y las casas particulares acogieron las principales comidas de confraternización, después de las cuales continúo la fiesta.

El momento álgido se vivió en las calles de la parroquia sobre las 13.30 horas, cuando el santo fue sacado en procesión por los fieles. Precedido por Santiago Matamoros, San Blas con las gargantillas colgando a modo de exvotos dio la vuelta a la iglesia y recorrió la vía principal de O Mosteiro hasta la plazoleta frente a la Entidad Menor. En la comitiva, caras conocidas como la presidenta del Puerto, Corina Porro y la delegada territorial de la Xunta, Lucía Molares, que estuvieron acompañadas por el alcalde pedáneo Benito Pérez. Además se dejaron ver Luis Lara, director del Puerto, y José García Costas, de la Cámara de Comercio.

Aunque sin duda los que no renuncian a aparecer en la principal romería de la ciudad son los políticos. Así, la gran mayoría de los concejales socialistas, nacionalistas y populares coincidieron en la parroquia. El teniente de alcalde Santi Domínguez no faltó a su cita y acudió a varios de los furanchos. Por su parte el alcalde Abel Caballero se animó a echar unos bailes con varias vecinas y acompañar con el tambor a una de las agrupaciones.

Ni siquiera el paso de la procesión frenó la excitación de los romeros y la ilusión de dedicarle una pieza musical a San Blas. Así, gaitas y tambores se combinaban con acordeones y panderetas o con curiosos instrumentos de viento. Pero sobre todos ellos se escuchaba el replicar de las campanas, tocadas por José Ocampo, vicepresidente de la comisión y un invitado suyo de Chapela que ha sido sacristán. “No todo el mundo sabe cómo hacerlas cantar, yo aprendí de pequeño en esta parroquia donde nací, me bauticé y me casé”, afirmó Ocampo, quien aseguró que se emociona con la afluencia de romeros a San Blas.

Con el santo de nuevo en el templo, los romeros y los fieles guardaron cola para pasar los pañuelos por la imagen de San Blas, como manda la tradición para evitar los males de garganta. Muchos acudieron con panes para bendecir y otros con la “cunca” de los furanchos.

Ruido, bullicio y mucho ambiente de fiesta en un día en que el trabajo no es excusa para acudir a la romería. San Blas se prolongó a lo largo de todo el día, acabando de madrugada con la verbena a cargo de la orquesta Alcotran, el grupo Hirosima y la banda de música cultural de Arcade.

Te puede interesar