La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, afirmó ayer que 'la Xunta asumirá las medidas consensuadas' en el Sistema Nacional de Salud (SNS), porque 'es un principio de rigor ser solidarios con el Estado, no sólo en el presente, sino en el futuro', y defendió que implantar el copago para los pensionistas es un sistema 'más justo' que el actual, mientras que advirtió de que pensionistas tienen 'auténticos almacenes' de medicamentos. Además, apoyó la idea de que tendrá 'efecto disuasorio' a la hora de adquirir el producto.
'También estaba encima de la mesa un euro por receta. Eso sí hubiese sido un impuesto a la enfermedad, pero no fue lo que se adoptó', reivindicó Mosquera, quien incidió en la idea del efecto disuasorio de estas medidas.
Para respaldar esta idea, manifestó que el 25 por ciento de las recetas pertenecen a personas activas y el resto, a pensionistas. Así, indicó que los pensionistas concentran el 81 por ciento de lo destinado a prestación farmacéutica, con una media de gasto de 773 euros al año, mientras que en los activos el gasto es de 85 euros anuales.
Mosquera añadió que los pensionistas retiran el 83 por ciento de las recetas prescritas, frente a los activos, que lo hacen en un 73 por ciento de los medicamentos prescritos. A su entender, todos los enfermos deberían retirar el mismo porcentaje de fármacos. 'Pero esto no es así. Se están retirando muchos más fármacos. Y están enfermos igual los activos que los pensionistas. Todos somos conscientes de que hay auténticos almacenes', remarcó la conselleira en su intervención.
SIN CAMBIO DE TARJETAS
Mosquera subrayó que 'a nadie le agrada meter una tasa', pero opinó que se trata de una aportación 'más justa' que 'antes'. Asimismo, y frente a las advertencias que realizó el diputado socialista sobre el coste que tendrá la implantación de este sistema y el 'cambio de tarjetas', Mosquera afirmó que Galicia 'no va a cambiar' la identificación porque 'no va a necesitarlo', gracias a la implantación de la receta electrónica.
La titular de la Administración sanitaria gallega reconoció que 'no son medidas fáciles', pero aseveró que son 'más justas e imprescindibles para mantener el sistema sanitario actual'. Durante su intervención, Mosquera también negó que se trate de un 'impuesto o canon a la enfermedad', como le reprocharon los grupos de la oposición
Frente a la defensa realizada por la conselleira de Sanidade, la portavoz en esta área del BNG, Ana Luisa Bouza, reprochó a Mosquera que 'sobra sumisión, afán de lucro y codicia'; mientras que su homólogo del PSdeG, Modesto Pose, advirtió de que las medidas aprobadas suponen 'minar el sistema del que se dotó' el estado.
'FALTA DE VOLUNTAD'
La parlamentaria del BNG considera que hay una 'falta de voluntad política' por parte del Gobierno y sugiere incidir en el número de recetas prescritas en lugar de implantar el copago que 'para una viuda son ocho barras de pan', en referencia a la comparación con los 'cuatro cafés' que hizo el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. 'Establecen un impuesto a la enfermedad', recriminó .
Por su parte, el diputado socialista Modesto Pose advirtió a la conselleira de que se están 'rompiendo los principios' de la sanidad pública, y auguró que se está yendo por el camino de que 'habrá que pagar todo en función de la renta', ya sea una autopista, ya sean las universidades.
Para respaldar esta idea, manifestó que el 25 por ciento de las recetas pertenecen a personas activas y el resto, a pensionistas. Así, indicó que los pensionistas concentran el 81 por ciento de lo destinado a prestación farmacéutica, con una media de gasto de 773 euros al año, mientras que en los activos el gasto es de 85 euros anuales.
Mosquera añadió que los pensionistas retiran el 83 por ciento de las recetas prescritas, frente a los activos, que lo hacen en un 73 por ciento de los medicamentos prescritos. A su entender, todos los enfermos deberían retirar el mismo porcentaje de fármacos. 'Pero esto no es así. Se están retirando muchos más fármacos. Y están enfermos igual los activos que los pensionistas. Todos somos conscientes de que hay auténticos almacenes', remarcó la conselleira en su intervención.
SIN CAMBIO DE TARJETAS
Mosquera subrayó que 'a nadie le agrada meter una tasa', pero opinó que se trata de una aportación 'más justa' que 'antes'. Asimismo, y frente a las advertencias que realizó el diputado socialista sobre el coste que tendrá la implantación de este sistema y el 'cambio de tarjetas', Mosquera afirmó que Galicia 'no va a cambiar' la identificación porque 'no va a necesitarlo', gracias a la implantación de la receta electrónica.
La titular de la Administración sanitaria gallega reconoció que 'no son medidas fáciles', pero aseveró que son 'más justas e imprescindibles para mantener el sistema sanitario actual'. Durante su intervención, Mosquera también negó que se trate de un 'impuesto o canon a la enfermedad', como le reprocharon los grupos de la oposición
Frente a la defensa realizada por la conselleira de Sanidade, la portavoz en esta área del BNG, Ana Luisa Bouza, reprochó a Mosquera que 'sobra sumisión, afán de lucro y codicia'; mientras que su homólogo del PSdeG, Modesto Pose, advirtió de que las medidas aprobadas suponen 'minar el sistema del que se dotó' el estado.
'FALTA DE VOLUNTAD'
La parlamentaria del BNG considera que hay una 'falta de voluntad política' por parte del Gobierno y sugiere incidir en el número de recetas prescritas en lugar de implantar el copago que 'para una viuda son ocho barras de pan', en referencia a la comparación con los 'cuatro cafés' que hizo el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta. 'Establecen un impuesto a la enfermedad', recriminó .
Por su parte, el diputado socialista Modesto Pose advirtió a la conselleira de que se están 'rompiendo los principios' de la sanidad pública, y auguró que se está yendo por el camino de que 'habrá que pagar todo en función de la renta', ya sea una autopista, ya sean las universidades.
