Reclama por vía judicial un millón de euros a la hija adoptiva de su progenitor biológico, muerto en 2009

Un sevillano pleitea por la herencia de su padre coruñés

Fernando Osuna, abogado del demandante, atendiendo a los medios de comunicación. (Foto: INDIAN NAVY)
El Juzgado de Primera Instancia número 9 de A Coruña acogió ayer la audiencia previa en la que un vecino de Sevilla reclama por vía judicial una herencia millonaria a la hija adoptiva de su padre biológico, que falleció en 2009. Fernando Osuna, abogado del demandante, presentó ayer ante el titular del juzgado la proposición de la prueba que consiste en el informe de varios detectives privados que concluyen que la adopción se realizó de forma 'fraudulenta' y con el único objetivo de hacerse con la herencia, que según el letrado rondaría el millón de euros.
El demandante, cuya identidad responde a las iniciales O.M.A., se declara sucesor y principal beneficiario de la herencia al ser el único hijo biológico de su padre, fallecido en 2009 tras adoptar en 'extrañas circunstancias' a un mujer coruñesa de 50 años. O.M.A. logró a los 70 años que la justicia lo declarara hijo del millonario coruñés e inicio entonces un proceso legal contra la hija adoptiva de su padre para ser reconocido como único sucesor y beneficiario de la herencia de su progenitor.

El abogado del demandante explicó que la adopción se realizó de forma 'irregular' y 'fraudulenta', por lo que se impugnó tanto la adopción como el contenido de testamento, que, añadió, 'firmó sin estar en su sano juicio', ya que el millonario coruñés 'sufría trastornos mentales desde 2005'. Osuna explicó que los informes periciales que presentó ante el juez demuestran que la hija adoptiva nunca rompió sus vínculos con su familia biológica y que nunca vivió con su padre adoptivo por lo que el acercamiento que se produjo en los últimos años tenía exclusivamente fines económicos.


TRASTORNOS MENTALES

Recalcó que la adopción se inició en 2005, cuando la mujer ya tenía 50 años y el padre 90, con el único objetivo de cobrar la herencia cuando el millonario coruñés ya sufría trastornos mentales. El demandante interpuso en 2007 una demanda de reconocimiento de filiación paterna extramatrimonial y cuando el testador recibió la demanda de reconocimiento de filiación paterna por parte de su hijo biológico su hija adoptiva solicitó la suspensión del proceso.

Así, en 2008 se dictó una sentencia por la que se declaraba al demandante hijo biológico del testado, sentencia que fue recurrida por la demandada ante la Audiencia de A Coruña, que desestimó el recurso. El abogado explicó que su patrocinado nació fruto de una relación 'de carácter esporádico' entre el coruñés, de iniciales O.M.F., que viajaba en los años treinta a Sevilla por negocios y una mujer de la ciudad con la que tuvo un hijo en el año 1935.

Tras perder la pista, después de la Guerra Civil se volvieron a encontrar y ella le hizo conocedor de que había tenido un hijo fruto de la relación que habían mantenido, aunque el millonario coruñés se negó a reconocer la paternidad.

Por su parte, la mujer adoptada era hija de un matrimonio con cuatro hijos que era amigo del testador y se fue a vivir con él a A Coruña para estudiar, aunque pasaba los veranos con sus padres, y con 22 años se independizó. El letrado afirma que la mujer sólo inició el proceso de adopción cuando el testador ya estaba muy deteriorado con el objetivo de acceder a una herencia que no le correspondía.

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