ECONOMÍA

La supresión de vuelos de larga distancia, un 'insulto' a Oporto

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photo_camera Un avión, en las pistas del aeropuerto Sáa Carneiro de Oporto.

La compañía TAP canceló cuatro rutas internacionales en el aeropuerto de la ciudad del norte luso

La rivalidad histórica entre la capital lusa, Lisboa, y la industrial Oporto se avivó por culpa de la decisión de la aerolínea lusa TAP de suprimir cuatro rutas internacionales con origen en la ciudad norteña. La pugna entre las dos mayores urbes de Portugal, una en el centro (Lisboa) y otra en el norte (Oporto), ha pasado del deporte nacional por excelencia, el fútbol, a la esfera política.

Si los Benfica-Oporto eran la mejor muestra de la enconada relación entre ambas regiones, los portugueses asisten a un nuevo capítulo de esta rivalidad históricamente alimentada por una lucha entre el poder político (Lisboa) y el industrial (Oporto). El alcalde de Oporto, el independiente Rui Moreira, enarboló la bandera en defensa del norte después de haberse sentido atacado por la decisión de la aerolínea pública TAP de eliminar, a partir del 27 de marzo, sus vuelos con salida de Oporto y destino a Bruselas, Milán, Barcelona y Roma, por dar pérdidas de 8 millones de euros.

"La estrategia de TAP es un insulto a Oporto y una tentativa de destruir el aeropuerto" de la ciudad, el segundo más importante de Portugal, denunció Moreira. El alcalde rebatió la decisión de TAP, argumentando que los vuelos que se eliminarán en breve eran rentables y claves para las exportaciones del norte, la zona más poblada del país (aglutina el 35% de los 10,4 millones de portugueses) y la que tiene más empresas, casi 375.000.

Ocupación media del 90%

Según datos divulgados por el Ayuntamiento de Oporto, las líneas que se cancelarán tuvieron en 2015 una ocupación media del 90%, lo que representa 190.000 pasajeros en un total de 1.867 vuelos. "Intentaré causar el mayor daño posible para que TAP cambie de opinión", llegó a aseverar el regidor Moreira, en una entrevista a la revista lusa "Visão".

Este llamamiento al boicot precedió la reunión esta semana entre Moreira y el primer ministro de Portugal, António Costa, con TAP como principal punto de la agenda. El edil de la segunda mayor ciudad lusa desde 2013 cuestiona la actuación del Gobierno de Costa y le pide que influya para que revierta el proyecto de la aerolínea, debido a que el Estado luso controla la mayor parte del capital de la firma.

El Ejecutivo luso aclara, sin embargo, que las decisiones sobre las rutas no son de su incumbencia, sino que competen a la comisión ejecutiva de TAP, que se entregó a la gestión de privados. "Seguro que encontramos una buena solución estratégica, tanto para Oporto como para el país, y que se mantenga el aeropuerto Sá Carneiro como una base aeroportuaria que ayude a la internacionalización de toda la región norte y de la ciudad de Oporto", terció Costa, que también fue alcalde de Lisboa (entre los años 2007 y 2015).

Para Moreira, el asunto de TAP ha colmado la paciencia de la región norte pues, en su opinión, esta zona viene siendo perjudicada por las opciones políticas adoptadas en la capital lusa.

Como ejemplos, citó el AVE, que iba a tener una línea entre Lisboa y Oporto, y al final solo habrá una entre Lisboa y Madrid, o la inversión en un puerto de aguas profundas en Barreiro, a las afueras de la capital, en detrimento del puerto de Leixoes, junto a Oporto.

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