La Asociación de Víctimas insiste en que ‘el 100%’ de los títulos analizados por la Justicia ‘eran falsos’

El supuesto osteópata Coté defiende la ‘legalidad’ de su práctica y pide la nulidad de la causa por ‘múltiples irregularidades’

Jose Manuel López Pérez, 'Coté'. (Foto: ARCHIVO)
El imputado por intrusismo por el ejercicio de su actividad como osteópata José Manuel López Pérez, conocido como Coté, defendió hoy la ‘legalidad’ de su práctica como profesional de ese campo y anunció que su equipo de abogados ha pedido la nulidad de la causa judicial abierta contra él en noviembre de 2007 por las ‘múltiples irregularidades detectadas desde el inicio’.
En una comparecencia en Santiago de Compostela ante los medios de comunicación en la que no admitió preguntas, José Manuel López Pérez explicó que decidió romper el ‘silencio absoluto’ que mantuvo tras más de dos años desde que el Juzgado de Instrucción Número 3 de Ferrol inició el proceso penal justificado por la ‘derivación actual de los acontecimientos’ y ‘la brutal campaña de desinformación, confusión e intoxicación’, según él, emprendida por las partes personadas en la causa.

‘Ha llegado el momento de romper ese silencio que con tanto esfuerzo y sacrificio me ha costado mantener durante estos dos años, que incluyen dos periodos de seis meses cada uno de internamiento en calidad de preso preventivo’, afirmó.

Al inicio de su intervención, López Pérez trasladó el ‘agradecimiento profundo’ a las personas que ‘han confiado’ en su ‘profesionalidad’. ‘Todos han sentido tanto la crueldad con la que estoy siendo perseguido como el trasfondo de los verdaderos intereses que han movido dicha persecución’, sostuvo.

‘CAMPAÑA DE ACOSO’

Como segundo motivo de su comparecencia de hoy, Coté alegó ‘la campaña de acoso y persecución’ de la que dijo estar siendo objeto, por lo que transmitió ‘la misma tranquilidad’ que afirmó sentir cuando se enfrenta a ‘esos ataques’. ‘En la conciencia de que todo es parte de un circo mediático, creado sin otra intención que la de presentarme como un delincuente que podría haber estado jugando con la salud y confianza de los que en su día demandasteis mis servicios profesionales y, nada más lejos de la realidad, por lo que rechazo rotundamente todas esas acusaciones’, apostilló.

En esta línea, resaltó su ‘convicción personal y conciencia’ de ‘haber obrado con total concordancia respeto a las razones que llevaron en su día’ a consagrarse al ejercicio y práctica de la medicina osteopática. ‘Que he estudiado y practicado durante más de 20 años, que me he esforzado por dignificar y dar a conocer en mi patria, a pesar del desconocimiento sobre ella y de trabas de todo tipo que en el camino se han ido presentando’, agregó.

‘La defensa de mi condición profesional y de la legalidad de mi práctica se consolida y viene refrendada por la constatación de haber sido el primer súbdito español en alcanzar el título profesional de médico osteópata’, manifestó y matizó que es colegiado ‘de pleno derecho’ en el Consejo General Osteopático del Reino Unido.

‘SEGURIDAD Y EFICACIA’

‘Esa es y ha sido durante todos estos años mi condición y en esta me he sentido amparado para intentar ofrecer desde siempre a cada uno una atención esmerada con elevados estándares de calidad, seguridad y eficacia, sirviéndoos lo mejor que ha sabido y era posible dentro de mis competencias’, dijo.

Por ello, insistió en que tanto el equipo legal que le asiste como él mismo confían en que ‘la resolución de esta situación sea favorable’ a sus intereses, ‘con la inevitable restitución de los derechos y la consideración’ de los que, según denunció, se ha visto ‘privado’ y ‘que no tienen cabida en un país europeo moderno’.

Al respecto, dijo que el sistema judicial ‘debería ser acorde con el respeto y observancia de las garantías y protección de las personas y profesionales que la pertenencia a la Unión Europea otorga’. ‘Por ello estamos plenamente convencidos de que en una u otra instancia alcanzaremos ese total reconocimiento y total reposición de nuestro derechos’, sentenció.

‘CAMINO ARDUO’

No obstante, Coté reconoció que sabe que tiene por delante ‘un camino arduo que recorrer’ y ‘una lucha’ que, según añadió, afrontará ‘con la seriedad, rigor, respeto, ética y determinación’. También insistió en haber sido perseguido ‘de un modo manifiestamente injusto y descarnado’, bajo ‘pretextos imposibles, hijos de la incongruencia y de la estulticia, y cuyo único acicate es la avaricia y el daño por el daño, sin mesura’.

Así, destacó que el grupo de letrados que ostenta su defensa, entre otras acciones legales, ‘ha presentado con fundamento en las múltiples irregularidades detectadas desde el inicio de la causa la petición de nulidad de actuaciones’. ‘Una vez prospere, como confiamos, dará al traste no sólo con la causa, sino con las pretensiones de quienes tan maliciosamente la han promovido y tratan de sostenerla’, concluyó.

En el escrito de alegación presentado por sus letrados, la defensa señala que ‘se han vulnerado los derechos del imputado al secreto de las comunicaciones’; a la ‘defensa y a un juicio público con todas las garantías’; a la ‘intimidad personal y familiar y a la libertad personal’.

Según alega el equipo de letrados, la intervención del teléfono móvil del demandado y de los números de telefonía fija de las clínicas situadas en Ferrol y Viveiro ‘no se ajustó a las directrices legales’. ‘Son numerosas las sentencias, tanto del Tribunal Supremo como del Constitucional, en las que se han anulado intervenciones de las comunicaciones por no haberse respetado todos los requisitos procesales, dando al traste con importantes investigaciones’, explica el escrito presentado en el juzgado.

La Audiencia Provincial de A Coruña decretó el pasado mes de diciembre libertad provisional para el supuesto osteópata ferrolano, encarcelado en la prisión coruñesa de Teixeiro desde el verano por supuesta reincidencia en el ejercicio de la medicina sin carecer de la titulación correspondiente.

Coté, que salió a finales de diciembre de 2009 de la cárcel, estaba en prisión desde que fue detenido por la Guardia Civil el 4 de julio por supuesta reincidencia al realizar prácticas médicas sin titulación en una clínica de Vinaroz (Castellón).

El Juzgado de Instrucción 3 de Ferrol había decretado prisión provisional comunicada y sin fianza. Sin embargo, el auto de la Audiencia Provincial de A Coruña decretó, posteriormente, la libertad provisional del supuesto osteópata ferrolano, bajo fianza de 7.500 euros.

RESPUESTA DE LA ASOCIACIÓN DE VÍCTIMAS

Por su parte, la Asociación de Víctimas de Coté calificó hoy de ‘esperpéntica’ y ‘absurda’ la comparecencia del supuesto osteópata de Ferrol José Manuel López Pérez ante los medios de comunicación y recordó que, hasta el momento, el ‘100%’ de los títulos que presentó y que han sido analizados por la Justicia ‘eran falsos’.

Tras señalar que se ha demostrado que sólo dispone de estudios de Bachillerato, en relación con su colegiación como osteópata en Londres, la representante de la Asociación de Víctimas de Coté, Esther Fontán, matizó que todavía se desconoce su veracidad y añadió que, en todo caso, no le facultaría para ejercer como neurólogo o cirujano en España, que eran algunas de las especialidades de las que presumía Coté.

‘Un osteópata no puede operar y nosotros tenemos un compañero fallecido tras la operación quirúrgica de Coté’, recordó Esther Fontán, para quien ‘no pueden tener validez las afirmaciones de alguien que se ha demostrado que engañó en el resto de las titulaciones que ostentaba’.

La responsable de la asociación acogió con ironía el anuncio de que Coté solicitará la nulidad del proceso judicial y que denunciara ser objeto de persecución, porque ‘quien se puso en el disparadero de los medios de comunicación y de la Justicia fue él por los delitos que cometió’.

PERDON

‘La Justicia le prohibió ejercer, y a los tres meses de salir de la cárcel, reincidió con una nueva clínica en Vinaroz, así que quién se pone en el punto de mira es él’, añadió.

Asimismo, Esther Fontán lamentó que Coté desaprovechase la oportunidad de presentarse ante los medios de comunicación para ‘pedir perdón’ por el daño causado a las víctimas y para explicar qué tipo de sustancias les inyectó durante los años que estuvieron a tratamiento y que todavía no se han podido analizar, lo que, según afirmó, dificulta cualquier tipo de seguimiento médico a los enfermos.



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