Cuatro vuelos que unían la capital de España con los aeropuertos gallegos se vieron afectados por la falta de cerca de un tercio de los controladores aéreos que trabajan en el aeropuerto Madrid-Barajas y que actualmente están de baja médica. Uno de los vuelos, con destino a Vigo, tuvo que ser suspendido.
Según informaron fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) , dos viajes de la línea que une A Coruña y Madrid de la compañía Iberia registraron retrasos de alrededor de dos horas, mientras que en el aeropuerto vigués de Peinador un vuelo tuvo que suspenderse y otro llegó cuatro horas y media después de la hora prevista.
Por el contrario, en el aeropuerto santiagués de Lavacolla no hubo que aplazar ningún servicio y los horarios se cumplieron con total 'normalidad' durante la mañana, según AENA, quien señaló, que las alteraciones pudieron deberse a la 'resaca de la escasez' de controladores, la abundante niebla que cubría hoy Madrid y las dificultades internas de Iberia.
Datos generales
Iberia canceló durante el día un total de 32 vuelos y sufrió retrasos en la gran mayoría de sus operaciones a causa de la presunta huelga de celo de los pilotos de la aerolínea y también de las regulaciones de la torre de control del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Los retrasos de los vuelos de la aerolínea alcanzan una media de dos horas y la mayoría de las cancelaciones se registraron en vuelos de medio radio, según explicó un portavoz de la aerolínea.
Según los datos facilitados esta tarde por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), a las 16.00 horas, la demora media en la T-4 de Barajas, donde Iberia opera casi en exclusividad, era de 62 minutos.
Los retrasos más importantes alcanzaron las seis horas, como por ejemplo el vuelo operado por Iberia con destino a Estambul (Turquía), que tenía salida prevista a las 11.05 horas y que finalmente despegó a las 17.20 horas. También un vuelo con destino a Frankfurt (Alemania), cuya salida estaba programada a las 11.50 horas, salió de Barajas a las 17.05 horas.
Vuelos nacionales
En los vuelos nacionales también se han registrado importantes retrasos, que en algunos casos han llegado hasta las cinco horas. Es el caso, por ejemplo, de un vuelo con destino a Santiago de Compostela, cuya salida estaba prevista para las 11.50 horas y despegó a las 16.47 horas, o de uno a Fuerteventura, cuya salida se retrasó cuatro horas y media (de las 12.10 a las 16.51 horas).
Así, Iberia cierra 2008 y empieza 2009 con continuos retrasos y cancelaciones. Entre los días 4 y 31 de diciembre, la aerolínea ha acumulado más de 500 cancelaciones y más de 5.000 retrasos, pese a haber alquilado 149 aviones para tratar de paliar las consecuencias de las alteraciones entre los más de 800.000 pasajeros afectados.
De esta forma, sólo en el alquiler de los 149 aviones, Iberia tuvo que desembolsar dos millones de euros, a los que hay que sumar los gastos de la reubicación de los pasajeros en vuelos de otras compañías, así como los hoteles y comidas.
'Al final Iberia tendrá que gastar varios millones de euros', recalcaron fuentes de la aerolínea, quienes subrayaron que la puntualidad de la compañía en el mes de diciembre se situó en el 35%, frente al 80% que alcanzaba la aerolínea en el mismo periodo de 2007.
La aerolínea ha reiterado en varias ocasiones que las alteraciones se deben supuestamente a una huelga de celo puesta en marcha por el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) coincidiendo con la ruptura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo con los pilotos.
Bajas médicas
Durante la jornada de ayer, los vuelos operados en el aeropuerto de Madrid-Barajas sufrieron una media de 35 minutos de retraso debido a la falta de cerca de un tercio de los controladores aéreos por bajas médicas.
En la torre de control de Madrid-Barajas debe haber siempre una plantilla de 23 personas pero ayer siete de ellos estaban de baja. Además, los controladores optaron por trabajar sólo con dos de las cuatro pistas disponibles para gestionar mejor la situación y señalaron que teniendo en cuenta las 'fechas' está siendo complicado encontrar a personal disponible para sustituir a los compañeros enfermos.
La reducción de la capacidad de Barajas agrava aun más la situación del aeropuerto, que ha sido desde principios del mes de diciembre el más afectado por la supuesta huelga de celo iniciada por los pilotos de Iberia, que ha provocado miles de cancelaciones y cientos de retrasos.
Por el contrario, en el aeropuerto santiagués de Lavacolla no hubo que aplazar ningún servicio y los horarios se cumplieron con total 'normalidad' durante la mañana, según AENA, quien señaló, que las alteraciones pudieron deberse a la 'resaca de la escasez' de controladores, la abundante niebla que cubría hoy Madrid y las dificultades internas de Iberia.
Datos generales
Iberia canceló durante el día un total de 32 vuelos y sufrió retrasos en la gran mayoría de sus operaciones a causa de la presunta huelga de celo de los pilotos de la aerolínea y también de las regulaciones de la torre de control del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Los retrasos de los vuelos de la aerolínea alcanzan una media de dos horas y la mayoría de las cancelaciones se registraron en vuelos de medio radio, según explicó un portavoz de la aerolínea.
Según los datos facilitados esta tarde por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), a las 16.00 horas, la demora media en la T-4 de Barajas, donde Iberia opera casi en exclusividad, era de 62 minutos.
Los retrasos más importantes alcanzaron las seis horas, como por ejemplo el vuelo operado por Iberia con destino a Estambul (Turquía), que tenía salida prevista a las 11.05 horas y que finalmente despegó a las 17.20 horas. También un vuelo con destino a Frankfurt (Alemania), cuya salida estaba programada a las 11.50 horas, salió de Barajas a las 17.05 horas.
Vuelos nacionales
En los vuelos nacionales también se han registrado importantes retrasos, que en algunos casos han llegado hasta las cinco horas. Es el caso, por ejemplo, de un vuelo con destino a Santiago de Compostela, cuya salida estaba prevista para las 11.50 horas y despegó a las 16.47 horas, o de uno a Fuerteventura, cuya salida se retrasó cuatro horas y media (de las 12.10 a las 16.51 horas).
Así, Iberia cierra 2008 y empieza 2009 con continuos retrasos y cancelaciones. Entre los días 4 y 31 de diciembre, la aerolínea ha acumulado más de 500 cancelaciones y más de 5.000 retrasos, pese a haber alquilado 149 aviones para tratar de paliar las consecuencias de las alteraciones entre los más de 800.000 pasajeros afectados.
De esta forma, sólo en el alquiler de los 149 aviones, Iberia tuvo que desembolsar dos millones de euros, a los que hay que sumar los gastos de la reubicación de los pasajeros en vuelos de otras compañías, así como los hoteles y comidas.
'Al final Iberia tendrá que gastar varios millones de euros', recalcaron fuentes de la aerolínea, quienes subrayaron que la puntualidad de la compañía en el mes de diciembre se situó en el 35%, frente al 80% que alcanzaba la aerolínea en el mismo periodo de 2007.
La aerolínea ha reiterado en varias ocasiones que las alteraciones se deben supuestamente a una huelga de celo puesta en marcha por el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) coincidiendo con la ruptura de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo con los pilotos.
Bajas médicas
Durante la jornada de ayer, los vuelos operados en el aeropuerto de Madrid-Barajas sufrieron una media de 35 minutos de retraso debido a la falta de cerca de un tercio de los controladores aéreos por bajas médicas.
En la torre de control de Madrid-Barajas debe haber siempre una plantilla de 23 personas pero ayer siete de ellos estaban de baja. Además, los controladores optaron por trabajar sólo con dos de las cuatro pistas disponibles para gestionar mejor la situación y señalaron que teniendo en cuenta las 'fechas' está siendo complicado encontrar a personal disponible para sustituir a los compañeros enfermos.
La reducción de la capacidad de Barajas agrava aun más la situación del aeropuerto, que ha sido desde principios del mes de diciembre el más afectado por la supuesta huelga de celo iniciada por los pilotos de Iberia, que ha provocado miles de cancelaciones y cientos de retrasos.
