La ansiada telemedicina, que permite la atención a distancia, se ha incorporado a la cotidianidad. Las personas mayores han sido las grandes beneficiadas de los avances en este campo.

Telemedicina, la red al servicio del paciente

La telemedicina permite la atención a distancia del paciente, tanto para consultas como para visitas.
Los ensayos de medicina-ficción dibujan tratamientos imposibles y métodos impensables para el tratamiento de enfermedades que hasta ahora ni han sido detectadas. La lucha contra esos trastornos futuribles se libra en un entorno muy diferente al actual, combinando chips y aplicando la nanotecnología para atajar enfermedades muy diferentes a las que hoy se tratan en los centros sanitarios. Es un futuro que, a día de hoy, resulta demasiado lejano, pero también hubo un tiempo en el que las consultas hospitalarias desde casa formaban parte de un imaginario al alcance de los más optimistas.
El tiempo le va dando la razón a quienes hace décadas esbozaban la que entonces era la sanidad del futuro. Ese futuro ya es presente y las circunstancias obligan a experimentar avances. El Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues (Barcelona) ha tomado la delantera y ya ensaya un sistema de visitas y consultas online para agilizar la atención de los pacientes de este centro pediátrico. La mayoría de los padres están familiarizados con el manejo de nuevas tecnologías y eso favorece la comunicación a través de correo electrónico con los profesionales sanitarios para resolver dudas o plantear consultas que no son graves o urgentes. El sistema ahorra visitas a los pacientes ya que, desde casa, pueden acceder al historial médico, consultar informes clínicos o conseguir distintos documentos.

Son los cimientos del Hospital 2.0 que comienzan a levantar en este centro catalán, pero que forman parte de un proyecto global. El hospital Clínic de Barcelona tiene en marcha otro programa de telemedicina que atiende por control remoto a un total de 200 pacientes infectados por VIH; los resultados son igual de satisfactorios que los obtenidos en una visita presencial y la herramienta optimiza del tiempo invertido en las consultas (se han reducido de 20 a 10 minutos). El hospital de Sant Pau, por su parte, ofrece un sistema global para la realización de terapias de rehabilitación a distancia para personas afectadas de disfagia neurológica; permite al paciente realizar los ejercicios desde su domicilio en un entorno interactivo sin tener que desplazarse a un centro hospitalario.

Galicia no es ajena a la renovación y, más allá de los cambios tecnológicos, también ensaya nuevas fórmulas en la asistencia sanitaria. El grupo de investigación de Gerontología de la Universidad de A Coruña, coordinado por José Carlos Millán Calenti, lleva varios años perfeccionando el dispositivo online que recoge parámetros biomédicos de personas mayores y permite evaluar de forma remota la tensión arterial, pulso, temperatura y nivel de saturación de oxígeno en sangre periférica. La información recogida confluye en un centro de control, conectado con los diferentes hogares vía Internet, desde el que se coordina la comunicación entre pacientes y facultativos mediante videoconferencias, sesiones de entrenamiento cognitivo o sistemas de telealarma.

La comunidad gallega, con 620.000 habitantes mayores de 65 años y elevados indicadores de dispersión poblacional, se dan las condiciones idóneas para la implantación de la telegerontología. El grupo de investigación coruñés, con la ayuda de inversores locales y el apoyo de la Unión Democrática de Pensionistas, creaba hace unos meses una empresa que ofrece asistencia a distancia para quienes deseen permanecer en sus domicilios. La cuota mínima mensual es de 80 euros, pero el catálogo de servicios es flexible y se adapta a las necesidades de cada caso.

'El objetivo principal de Telegerontología es apoyar a la persona mayor y a su cuidador, facilitando su permanencia en el domicilio y evitando su institucionalización', explica el doctor Millán. 'En el complejo Gerontológico La Milagrosa tenemos ubicado el centro control, desde el que diferentes profesionales atienden las demandas generadas en los domicilios, dando respuesta especializada a sus problemas y lo que es más importante, registrando la interacción del usuario sobre el sistema lo que permite hacer un seguimiento longitudinal y detectar alteraciones de salud de manera precoz'.

Este sistema, además de velar por la salud de los mayores y mejorar la condiciones de sus cuidadores, puede retrasar o evitar su ingreso en un residencia. 'En los estudios piloto que hemos desarrollado hasta el momento, la respuesta tanto de los usuarios mayores como de sus cuidadores ha sido muy positiva en términos de satisfacción; es más, en un proyecto realizado hemos observado que en algunos aspectos la satisfacción era mayor en los programas basados en las nuevas tecnologías que en los presenciales; quizás por la facilidad de acceso a los mismos en base al poco tiempo disponible por los familiares'.

El cuidado personal es y seguirá siendo clave, pero las nuevas tecnologías se convierten en elementos fundamentales para el apoyo del paciente y del cuidador.

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